Columnas
@onelortiz
“¿Quieren acabar con la gentrificación? Échenles chiles a las salsas”, decía un meme, de los cientos que recibo diariamente, me dio risa, hasta el viernes pasado que intenté comer en Contramar, en la Glorieta de las Cibeles, uno de los mejores restaurantes de Roma Norte, si comparamos precio costo, pero fue imposible tener una mesa sin reservación, vamos ni siquiera me ofrecieron anotarme en la lista de espera.
Dirán, “pues debes hacer tu reservación, como cualquier persona”, tal vez sí, pero en los restaurantes de La Condesa, las romas y la EX Hipódromo, es, o mejor dicho era, posible entrar a cualquier lugar en el simple orden de llegada y disponibilidad. Una auténtica democracia impulsada por la voluntad.
En el minuto que estuve allí, impotente ante el hombre de la lista, me di cuenta de que el cambio no sólo es en la dictadura de las reservas. El lugar está infestado de camionetotas blindadas y guaruras armados hasta los dientes. ¿Qué cambió? Habrá explicaciones sociológicas, antropológicas y demás. En el caso de Contramar el motivo es la moda. La gente bien de otros lados de la Ciudad, empresarios y personajes de la farándula, decidieron en masa comer en el restaurante favorito de Dua Lipa en México.
¿La fama hace mejor al Contramar? No. Se convertirá en un lugar exclusivo, una experiencia de estatus para las redes sociales. Por el contrario, la calidad de los alimentos está amenazada y los precios aumentarán. No es profecía, esa historia ya me la sé, la he visto en 24 años de vecino de la Ex Hipódromo y 30 de visitar la zona.
Los vecinos, no los nómadas digitales, ni los dueños y empleados de restaurantes mamones, somos losque hemos luchado para preservar estas cuatro colonias y convertirlas en la zona más cosmopolita, alivianada y democrática de la capital.
Hablo de la reconstrucción después de los sismos de 1985 y 2017; de convertirlas en zona segurasdespués de los años negros de finales de los noventa; de la lucha vecinal para controlar la prostitución y el ambulantaje. De exigir a las autoridades el mantenimiento de los servicios públicos y la preservación del patrimonio arquitectónico.
Se fueron zapateros, carpinteros y plomeros llegaron los establecimientos de diseñador. Se acabaron las fondas y llegaron los restaurantes pretensiosos. Se fueron los artistas y creadores, llegaron los nómadas digitales. Se fueron los niños, llegaron los perrihijos y los gatihijos, pero las tortas de chilaquil de La Güera siguen ahí, en la esquina de Tamaulipas y Alfonso Reyes, con su interminable y democrática fila.¡Lo siento Contramar! El lugar de comida más famoso y mejor de La Condesa está en la calle. Échenles chiles a las salsas. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?
Todos los lunes, antes de las 8:00 a.m., participo con Jesús Aguilar en Factor 96.1 con temas de tu interés y del trabajo legislativo. San Luis Potosí el mejor Estado de México.
— Héctor Serrano (@HectorSerranoC) February 10, 2025