Columnas
Descaro, rebeldía, menosprecio, estos son algunos de los calificativos que bien podríamos aplicar al diario, o bueno frecuente proceder de Donald Trump, no importa de quién se trate la interacción, un juez, un ciudadano común o un líder empresarial, Trump siempre es fiel así mismo.
En verdad parece nada importarle al polémico empresario-politico cuando de imponer su voluntad se trata.
Y es que el juez Juan Merchan a cargo del juicio contra el expresidente por presunto pago por silencio de la actriz porno Stormy Daniels, determinó el martes pasado que Trump está en desacato penal por nueve violaciones a la orden mordaza que le fue impuesta. Como sanción deberá pagar 1,000 dólares por violación.
Según el fallo de Merchan, Trump fue multado con 9,000 dólares. También le dejó claro que podría ser encarcelado si continúa con las violaciones.
En un circo mediático se ha convertido el juicio que enfrenta el exmandatario, lo que le ha permitido mantenerse en las primeras planas, en las noticias radiales y televisivas y claro, en las tan populares redes sociales y, todo increíblemente por la irrisoria cantidad de 9 mil dolares, poco menos 180 mil pesos. Así o más exitosa su campaña.
La orden mordaza, así llamada por el mismo juez fue impuesta al expresidente para impide hablar públicamente sobre los testigos, jurados y personas involucradas en el caso. Merchan indicó el 23 de abril que no estaba impresionado con los argumentos de la defensa, al asegurarle a uno de los abogados de Trump que estaba “perdiendo toda credibilidad” cuando sugirió que el exmandatario estaba actuando con cautela para cumplir con la orden mordaza.
En su decisión el juez de la corte neoyorkina escribió que, aunque entiende que una multa de 1,000 dólares es probable que no signifique mucho para alguien con dinero, no podía imponer una suma mayor, incluso de reincidir a su destino por estas acciones podría ser la cárcel.
Y bueno estas declaraciones victimizaron más al mismo Trump, que las asumió como un nuevo impulso mediático. Lo de menos, es la advertencia del juez.
Por más que los medios piensen en ignorar el proceder del expresidente, este ha generado tal expectativa, incluso morbosidad de ver por donde van su juicio, que los medios no pueden alejarse de su cobertura, la audiencia se los demanda. Es un ser mediáticamente atractivo, que a final del día puede ser un atractivo, un imán que atraiga a mas lectores, seguidores o audiencia global.
Todo este circo mediático trumpista está enmarcado en la campaña presidencial que se desarrollara hasta noviembre próximo, cuando se realicen la elección presidencial, verlo desde otro ángulo o buscar una explicación diferente es no conocer al expresidente y no entender que ante todo busca
permanecer vigente.
@arnc7