De todos los aspirantes de Morena, incluidos quienes han levantado la mano en otra entidad, el único que tiene en sus manos la virtual candidatura del lopezobradorismo, para el proceso electoral del 2024, es Eduardo Ramírez, coordinador de los senadores de Morena. En Chiapas, por ejemplo, en ejercicio interno tiene una larga lista de aspirantes, sin embargo, ninguno de ellos cuenta, en términos de porcentaje y arrastre territorial, la fuerza política que posee el Jaguar. De hecho, las encuestas son muy claras en ese sentido y se han convertido, para darnos una idea más nítida, en el mecanismo de confianza para determinar el destino de aquella entidad.
Las mismas encuestas, por ejemplo, se basan en la misma pregunta de: ¿a quién prefieres como candidato de Morena en Chiapas? Todas ellas, sin excepción, coinciden que, la mayoría de la población civil, se inclina a favor de Eduardo Ramírez. De hecho, la prueba más contundente es, hasta ahora, más de 23 puntos de distancia del segundo lugar, de acuerdo con una de las metodologías más exactas del país, como Demoscopia Digital.
Y, efectivamente, siendo el perfil que cuenta con el mayor número de respaldos de la población civil, su candidatura se vuelve un hecho inminente. Es, para Eduardo Ramírez, el momento crucial de su carrera. O sea, tiene el suficiente capital político y territorial para refrendar ese poder de convocatoria que ha demostrado en Chiapas. Por esa razón, no visualizo otro escenario más que el triunfo del coordinador de senadores de Morena. Algo así como el ejercicio interno cantado.
Es sencillo: Eduardo Ramírez es el favorito para quedarse con la candidatura de Morena en el ejercicio interno de Chiapas. Tomando en cuenta todo eso, todas las condiciones están dadas para el Jaguar. Su caso, en este momento, es el más claro y evidente de todos los aspirantes, incluidos de otras entidades. Los números, por ejemplo, le dan una ventaja de casi 3 votos a 1, en el proceso interno del lopezobradorismo. Desde luego, estamos hablando de una cifra monumental que, a estas alturas, nadie puede superar, porque representa una proporción que tiene un significado evidente: el triunfo de Ramírez.
Y con esa ventaja que le dan todas las encuestas a Eduardo Ramírez, tiene el triunfo en la mano. Él, con esas condiciones, es el virtual candidato de Morena en Chiapas. De entrada, las encuestas dan por hecho esa situación y, con ello, no hay duda que será elegido. De esa misma manera, resulta relevante el poder de convocatoria que concentra en cada una de sus presentaciones públicas que, a la postre, lo metió más de lleno al juego interno por la candidatura de Morena.
Y sí, esa efervescencia se vive desde hace meses. Es, por lo tanto, la elección más cantada de las ocho que se jugarán por disputa. Siendo así, es de suponerse que, en unas semanas, más se confirme la tendencia y que Eduardo Ramírez, coordinador de los senadores de Morena, se convierta en candidato de Morena y, con ello, el futuro gobernador constitucional de Chiapas. Gran parte de esa hipótesis, claro está, es el clima electoral que se vive en la entidad del sur, donde las mayorías arropan al Jaguar.
De hecho, Eduardo Ramírez, en aquel punto del país, no solamente cimbró el tablero electoral, sino que acaparó la atención de cada contexto geográfico. Las localidades, por ejemplo, han inclinado la balanza hacia él y, con ese nivel de apoyo, tendremos otro senador de la República, que en esta legislatura, se impulsa a un puesto de elección popular y, con ello, a la responsabilidad máxima de gobernar.