Adriana Moreno Cordero
Desde mucho antes que el Instituto Nacional Electoral vetara las candidaturas morenistas de Guerrero y Michoacán con Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón, respectivamente, el líder nacional de Morena, Mario Martín Delgado, ya tenía importantes conflictos a lo interno de su partido y que fueron detonados por el diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien en su momento también aspiró a convertirse en dirigente del partido oficial y el propio Delgado le puso todos los obstáculos posibles, así como también le impidió reelegirse en la Cámara Baja.
El enfrentamiento del excoordinador de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, con el INE, específicamente con el consejero-presidente, Lorenzo Córdova y el consejero Ciro Murayama, no es nuevo y ha culminado en que la voz de Delgado Carrillo se sume a la del propio Salgado Macedonio para demandar la extinción del árbitro electoral por excelencia y el Instituto que avaló la victoria del presidente Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 2018.
Este rompecabezas que el propio dirigente morenista carga sobre sus espaldas, vino a aumentar sus piezas cuando el INE debatió en torno a la sobrerepresentación, impulsando la idea de que la verificación de ésta se aplique tanto a partidos en lo individual como al conjunto de cada coalición para evitar que la voluntad popular depositada en las urnas se distorsione en más de 8% en la integración de la Cámara.
Lo anterior, desde luego afectó directamente al partido oficial, razón por la cual, Mario Delgado, enderezó sus baterías en contra del INE, con varias intentonas de cuestionarlo cada vez que puede.
Ayer, el diputado con licencia se apersonó a las afueras de las instalaciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que aceptó el recurso de impugnación presentado por Salgado y Morón e incluso, Mario Delgado ofreció apoyar económicamente el plantón que en esta semana los morenistas seguidores de ambos candidatos mantienen a las afueras del Instituto y esa oportunidad le brindó reiterar sus ataques en contra del INE, a quien acusó de cometer “un atraco”.
Con lo que no contaba el dirigente de Morena, es que bien a bien, no puede armar su propio rompecabezas y algunas de las piezas se le han puesto en contra, de tal forma que un grupo de militantes del partido que liderea lo acompañaron al plantón instalado a las afueras del TEPJF, pero para cuestionarlo y acusarlo de que él “palomeó” las candidaturas a su gusto y para favorecer a sus cercanos, dejando fuera a morenistas realmente comprometidos, o sea, de no ser equitativo.
Así las cosas, mientras el diputado con licencia Delgado pugna por la desaparición del INE, se le desborda otro frente al seno de su propio partido.
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