La ciudad de Beijing, capital de China, dio la autorización para poner en operación comercial a vehículos autónomos, es decir, sin supervisores de seguridad al interior, luego de que se llevó a cabo un programa piloto durante tres meses que resultó exitoso.
Baidu y Pony.ai son las primeras empresas de tecnología en conseguir este permiso para ofrecer servicios de transporte sin conductor, respetando un espacio de 60 kilómetros cuadrados, dentro del Área de Desarrollo Económico-Tecnológico de Beijing, donde también hay estaciones de metro, importantes zonas comerciales, parques públicos y comunidades residenciales.
Hasta el momento estos vehículos autónomos han demostrado capacidad para enfrentar escenarios difíciles, tales como intersecciones, vías estrechas y condiciones climáticas adversas como lluvia, nieve y tormentas de arena.
La función de estos autos consiste en que los residentes pueden pedir un coche sin conductor mediante aplicaciones móviles.