La desaparición forzada en México requiere más que solo coordinación entre autoridades. Este día trascendió en una nota de Francisco Mejía en Milenio, que el Centro de Identificación Humano que se desprende del Plan Nacional de Búsqueda se alista para entrar en operaciones a nivel nacional. Sin embargo, este busca cubrir apenas una de las muchas aristas que tiene esta problemática, la principal carga de responsabilidad ante la búsqueda, sigue quedando en manos de los familiares.
Los principales problemas que se enfrentan y que aún no parecen siquiera caminar en las soluciones son, por ejemplo, el sub-registro. Actualmente se estima que hay 73 mil personas desaparecidas; sin embargo, no todas las personas denuncian, algunas por miedo, otras porque les resulta un costo alto para pagar.
Pasé más de un año entre el 2018 y 2019 investigando sobre desapariciones en México, específicamente en el estado de Veracruz. La historia se repetía sin cesar, el costo que implica la búsqueda significa un precio imposible de pagar, cuando no se tiene ni para comer.
Esto genera discriminación: a menor recurso y posibilidades, la situación, ya de por sí densa y aberrante, se complica por no poder cubrir todo lo necesario para encontrar a sus seres queridos. Copias excesivas, impresión de decenas de fotos, trasladarse a las instituciones de justicia, contratar abogados, etc. Y a la vez, tener que mantenerse y mantener a la familia de los desaparecidos, en caso de tener.
Las familias no saben a quién acercarse, deben usar su propio recurso intelectual para la búsqueda, (que debería corresponder al estado) y muchos de ellos deben dedicarse tiempo completo a la tarea de traer de vuelta a su familiar desaparecido. ¿Se imagina tener que dejar su actual trabajo, su fuente completa de trabajo para cualquier fin? Sería un duro golpe a su economía ¿cierto? Pues a eso se enfrentan los familiares de desaparecidos, solo que, en la mayoría de los casos, la economía de esas familias ya se encuentra severamente lastimada.
Como bien sabemos, hay además una crisis de identificación. El Centro de Identificación Humano surge a raíz de este completo desorden. Finalmente, ¿qué país está listo para hacer frente a la oleada de cuerpos sin reconocer en los cientos de unidades forenses en todo territorio nacional? Sume además que hay escasez de especialistas de forenses, en México existen solamente 20…
Por último, para terminar de definir esta barbarie como un callejón sin aparente salida, hay deficiencias significativas en las investigaciones. Esto ha sido confirmado por el Comité Contra la Desaparición Forzada de la ONU, quién aseguró que esto ha causado que la impunidad siga vigente en los cientos de miles de casos de desaparición forzada en nuestro país.