La princesa Mako de Japón se casó finalmente este martes con su amor de la universidad, Kei Komuro, aunque la ceremonia se celebró de forma muy discreta después de años de controversia.
Desde que anunció su compromiso en 2017, la pareja se convirtió en blanco predilecto de las primeras planas que hablaban de las dificultades financieras de la familia plebeya de Komuro.
Pero finalmente, "los papeles del matrimonio fueron cumplimentados y aceptados", dijo un responsable de la casa imperial.
Las imágenes televisivas mostraron a la princesa y sobrina del emperador Naruhito abandonando la residencial imperial de Akasaka. Con un ramo de flores rosas pálidas en las manos, Mako se despidió con una reverencia de sus padres y de la prensa y con un abrazo de su hermana.
En la familia imperial nipona, las mujeres no pueden acceder al Trono de Crisantemo y pierden su título cuando se casan con un plebeyo.
Pero por primera vez en la historia de Japón después de la guerra, la princesa de 30 años recién cumplidos y su prometido, de la misma edad y abogado en una firma estadounidense, se casaron sin el ritual tradicional.
Además, Mako renunció a una importante suma ofrecida habitualmente a las mujeres de la familia imperial en ocasión de su boda.
Con información de AFP
Imagen: AFP