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Los propietarios de Tesla se muestran descontentos con la incursión de Musk en la política estadounidense
Global
AFP
Tom Blackburn estaba tan orgulloso de su Tesla que incluso compró uno rojo brillante para destacarse. Pero con la incursión del director ejecutivo de la compañía, Elon Musk, en la política estadounidense, juró no volver a comprar nunca más al fabricante de autos eléctricos.
Musk ya ha dividido a los estadounidenses al ayudar al presidente Donald Trump a recortar el gasto gubernamental en medidas que los críticos denunciaron como ilegales e inmorales.
Ahora la controversia podría estar rebotando contra Tesla, su marca pionera antaño adorada por los compradores preocupados por el medio ambiente.
"Me da un poco de vergüenza conducirlo en este momento", dijo a la AFP el abogado jubilado Blackburn sobre el Tesla que compró hace más de una década. "Ya no sigo a Tesla como marca".
Una pegatina en el parachoques de su coche desde el año pasado que dice "Compré esto antes de saber que estaba loco".
"Ahora creo que necesito algo más fuerte", bromea el hombre de 76 años de Virginia.
Musk se convirtió en director ejecutivo de Tesla en 2008, supervisando el ascenso de la compañía al fabricante de automóviles más valioso del mundo en términos de capitalización de mercado.
Pero los analistas dicen que los esfuerzos políticos de Musk (incluido el respaldo a partidos de extrema derecha en Europa y el intercambio de teorías conspirativas en línea) podrían aislar la base de mercado tradicionalmente liberal de Tesla.
"Creo que tendrá un efecto perjudicial a largo plazo sobre la marca y el negocio", dijo Daniel Binns, CEO global de Elmwood Brand Consultancy.
Dijo que Tesla necesita "disociarse" de Musk en su marketing, advirtiendo sobre una "tormenta perfecta" que se avecina a medida que una línea de autos envejecida lo pone en riesgo de perder clientes ante compañías rivales.
"La marca, en muchos niveles, no está alineada con su audiencia y el mercado está lleno de competidores fantásticos", dijo Binns a la AFP.
El precio de las acciones de Tesla cayó un nueve por ciento esta semana luego de que la empresa reportara ventas decepcionantes en Europa, que los operadores atribuyeron al menos en parte a problemas con la forma en que los compradores ven a Musk.
Sin embargo, los inversores aún no han visto pruebas sólidas de que las políticas del multimillonario estén perjudicando el negocio de Tesla.
"El aumento de la actividad política crea un riesgo de que Tesla aleje a algunos consumidores de comprar un Tesla, pero es demasiado pronto para decir que habrá un impacto en la empresa", dijo Seth Goldstein, estratega de acciones de Morningstar.
- 'Deshazte de tus acciones' -
Las controversias generadas por Musk, incluido lo que parecía un saludo nazi (él dijo que no lo era) en un mitin de Trump, ya han provocado una reacción negativa.
Kumait Jaroje, un médico del área de Boston, dijo a la AFP que está tratando de vender su Tesla Cybertruck para evitar el acoso después de que una nota que decía "Nazi, a la mierda" fuera pegada en él.
El hombre de 40 años, que apoyó a Trump en las elecciones de noviembre, compró el vehículo de aspecto futurista en color dorado el año pasado para publicitar su cirugía estética, pero dijo que desde entonces otros automovilistas lo han insultado y le han cortado el paso.
"Estoy evitando conducirlo", dijo Jaroje, añadiendo que "Tesla se ha convertido en una etiqueta para la gente a la que le gusta Musk, lo cual no es cierto".
Alrededor del 54 por ciento de los estadounidenses tienen opiniones desfavorables de Musk, según una encuesta del Pew Research Center, aunque los resultados están divididos según las líneas partidarias y los demócratas son mucho más críticos que los republicanos.
Algunos están mostrando su oposición a Musk protestando en las salas de exposición de Tesla y alentando a los propietarios a "deshacerse de sus acciones" para devaluar los vehículos.
La cantante estadounidense Sheryl Crow vendió su Tesla en protesta contra Musk este mes y dijo que las ganancias se destinarían a NPR, una cadena de radio estadounidense que enfrenta recortes en su financiación gubernamental.
Sin embargo, Luis Garay, un independiente que votó por los demócratas en las elecciones, dijo a la AFP que puede separar las opiniones políticas de Musk de las de Tesla.
"Nos encantan los coches Tesla, no nos gustan las opiniones políticas de Elon Musk", dijo el hombre de 68 años de Maryland.
Para Margaret Moerchen, una mujer de Washington que se autodenomina liberal, es crucial dejar en claro que "nuestra conducción de un Tesla no respalda a Elon Musk".
Su Tesla, que compró en 2015 para reducir sus emisiones de carbono, ahora está cubierto de pegatinas que dicen "Arriba los vehículos eléctricos, abajo Musk" y la bandera del orgullo LGBTQ.
La astrónoma de 45 años dijo que no volverá a comprar Tesla y en su lugar citó su interés en el competidor Rivian.
"Tesla ya no es la única empresa en la ciudad", dijo.
bjt/sms
© Agencia France-Presse
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