El pasado lunes 9 de marzo, naturalmente, no pasé lista a mis alumnas de Derecho de la UNAM. No quise avanzar en la clase sin ellas y, para honrar la lucha cotidiana que libran contra el acoso y la violencia, platiqué con los muchachos sobre la historia de la lucha de las mujeres mexicanas en materia de paridad electoral, que también es una lucha muy importante, larga y heroica de 67 años que no debemos soslayar.
En 1953 se reconoció en la constitución el derecho a votar de las mujeres, pero el derecho a ser votadas fue ignorado por 40 años. Hasta 1993 se reformó la ley para sugerirle a los partidos políticos “promover” en sus estatutos una “mayor participación” de las mujeres, a través de su postulación a cargos de elección popular. Aquella sugerencia logró que llegaran a la Cámara de Diputados 70 diputadas (14.1 por ciento) en la legislatura siguiente (1994-1997), mientras que en la previa (1991-1994) solo habían llegado 40 diputadas (8.8 por ciento).
En 1996 un artículo transitorio de otra reforma electoral ordenó a los partidos “considerar” que las candidaturas a Senadores y Diputados no excedieran del 70 por ciento para un mismo género. En la legislatura de 1997-2000 llegaron 87 Diputadas a la cámara (17.4 por ciento).
En 2002 la ley electoral se modificó de nuevo y se hizo obligatoria la regla de las cuotas 70-30 por ciento; además, por primera vez habría fuertes sanciones para los partidos que incumplieran. Así, la Cámara de Diputados pasó de tener 80 diputadas (16 por ciento) en la legislatura 2000-2003, a tener 120 diputadas (24 por ciento) en la legislatura 2003-2006, aunque en la siguiente, 2006-2009, arribaron a San Lázaro solo 117 Diputadas (un decremento de 0.6 por ciento). En 2008 se reformó la ley nuevamente y la cuota creció a 60-40 por ciento. La legislatura 2009-2012 recibió 140 diputadas (28 por ciento).
En noviembre de 2011 el Tribunal Electoral Federal emitió una sentencia histórica. Como consecuencia directa, el número de diputadas federales de la legislatura 2012-2015 fue de 185 (37 por ciento de la Cámara).
En 2014 hubo innovadoras reformas que dispusieron que uno de los fines de los partidos políticos es ahora garantizar la paridad entre los géneros tanto en candidaturas legislativas federales como locales. La paridad había entrado por fin a nuestra Constitución. En 2015, por primera vez, todos los partidos postularon 50 por ciento de candidatas y a la nueva legislatura de la Cámara baja (2015-2018) llegaron 211 diputadas (42.3 por ciento del total). A la actual legislatura (2018-2021) llegaron 241 Diputadas (48.2 por ciento).
En 2019 vino reforma constitucional para instaurar la paridad total en los espacios públicos. Ahora es obligatoria en Gabinete federal, en los estatales, en los órganos autónomos, en los cabildos y tratándose de autoridades que no se renuevan mediante elecciones, su integración y designación paritaria se irá realizando poco a poco. Vaya lucha. Y esto apenas empieza…