Columnas
La memoria es corta cuando trastoca los intereses del presente. Atrás quedaron aquellas entrevistas de Zabludovsky y Dóriga a líderes mundiales, con cuyo equipo de trabajo se “pulían” las preguntas a los mandatarios y líderes de otros países hasta dejarlas tersas para una entrevista. A veces se tardaban más en afinar el cuestionario que en concertar la cita.
En esas épocas de ingenuidad e inocencia social, los entrevistadores exaltados por su gran hazaña se mostraban ante el país como audaces entrevistadores, a pesar de que todo había sido negociado y muchas veces pagado, con países, embajadores y mandatarios.
Ahora el INE con la ignorancia que caracteriza a sus consejeros electorales del grupo de Lorenzo Córdova, piden explicaciones a un medio extranjero para saber si fueron “arregladas” las preguntas que hiciera Inna Afinogenova para Canal La Red, de España y que seguramente más de una consejera pensó que se trataba de Radio Red, de otra manera no se explica tal hazaña.
El INE envió un documento pidiendo explicaciones sobre si hubo arreglo previo en las preguntas, quién y cómo las platearon y si hubo otro tipo de acuerdos. Lo cual representa un agravio a la prensa, que sea de otro país o no, es irrelevante. La libertad de expresión es un derecho humano en todo el mundo.
Dónde está la voz alterada de Artículo 19 que tiene la piel tan delgada a la hora de sentir que se agravia a los comunicadores de la derecha, asociaciones libertarias que sólo ven censura en el gobierno mexicano y no en “sus” instituciones, i en el vocero de Xóchitl Gálvez, los legisladores conservadores simplemente callaron, para ellos esta agresión a la libertad en general y a la de expresión en particular, es un trámite del Gran INE, como si fuera manejado por dioses y no por seres humanos con una tendencia ideológica muy clara.
Precisamente en medio de la pugna por la invasión a la embajada mexicana en Ecuador, el INE hace lo mismo con un medio extranjero, al querer regular su quehacer profesional de acuerdo a las leyes mexicanas como si su poder fuera extraterritorial. Con una desproporción del poderío que asegura tener y una muestra de autoritarismo que es poco digna de una instancia que defiende la democracia.
El INE se había convertido desde meses atrás, en una especie de Inquisición, siguiéndole el juego a la oposición, al PAN principalmente, primero trataron de asestar un golpe a la Hora Nacional, para después ir contra las mañaneras. Amablemente recogió la petición no perdió el tiempo en evaluar algo que debió rechazarse en el momento mismo de ser recibido.
La destrucción, conducta característica de la derecha, ha encontrado en el INE su mejor forma de acabar con lo que se avanza en materia de democracia.