Nunca antes México había contado con una oposición tan parasitaria e ignorante. La inmovilidad de los partidos de oposición, que sólo destinan sus prerrogativas a crear granjas de bots para atacar al gobierno con cualquier pretexto, aun inventado, imaginado o producto de la incompetencia.
La necesidad de relacionar la guerra que ocurre en Ucrania con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, muestra su desconocimiento de la historia, pero también del presente. Su vocación por la cacería de errores que después se revierten contra quienes condenan desvíos, errores o corruptelas lo vuelve a colocar en el ridículo del actual momento político, que tiene, en sí mismo, una gran trascendencia.
El fanatismo propio de la derecha, que es producto de su desprecio por la historia y su alejamiento de la cultura, tuvo su expresión más exacerbada de la derecha mexicana al volcarse en Twitter a causa de la iluminación de 12 espacios en la Ciudad de México con los colores de la bandera de República Dominicana, con motivo del 178 Aniversario de su Independencia, a partir de las 19:30 horas. Pero el mundo de fantasía en el que vive la oposición lo exhibe de cuerpo entero como extraídos de una película de mucha ficción y poca ciencia.
Al ver la oposición que se encendían los colores de la bandera de República Dominicana y algunos de esos espacios se mostraba la totalidad de su pabellón patrio, aseguraron que era el anuncio de adhesión a Rusia de parte del gobierno de México. En realidad, el área de diseño de la embajada preparó, desde varios días antes, el mapa de los sitios donde se iluminarían los edificios públicos, escogidos conjuntamente por la embajadora Dra. María Isabel Castillo Báez y las autoridades de la Ciudad de México.
El proyecto se difundió en medios convencionales y electrónicos, a pesar de ello la oposición nunca percibió el homenaje a Juan Pablo Duarte y los héroes independentistas que dieron patria a los dominicanos. No es la primera vez que la independencia de República Dominicana y otros países se celebra en la capital el país de esta manera; sin embargo, la oposición sólo ve lo que quiere ver y en esa miopía que refleja su limitada idea de la política asegura que el homenaje a la emancipación del país caribeño no era otra cosa que un grito de guerra que acompañaba a los soldados rusos en su invasión a Ucrania.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México conmemora la independencia de países amigos de esta manera desde que llegó al cargo, los colores que celebran y cantan la independencia no son destellos de guerra sino de paz y libertad, palabras que la derecha en México y, al parecer, en el mundo entero, todavía no conocen ni quieren conocer.