Créame amable lector, lectora, lectore, que no tenemos el afán de llenarlo de malas noticias.
Pero, el mundo está lleno de malos datos, pesimismo y fenómenos no vistos en décadas.
No somos los medios de comunicación ni los comunicadores, cada uno en su trinchera, de verdad pasan cosas que no son para ignorarse.
Este mismo jueves tuvimos un ejemplo más y no de cualquier persona.
Europa, ejemplo de la desazón global
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, advirtió a los mercados, que esperaban ansiosos un mensaje algo más moderado del BCE, sobre lo que ellos ven hacia el futuro inmediato.
Lagarde quiso dejar claro que, pese a la reducción del ritmo en las subidas de tipos (el ritmo ha pasado de 75 a 50 puntos básicos), el precio del dinero tendrá que seguir subiendo "significativamente" durante las próximas reuniones y lo hara a "un paso estable".
Lagarde señaló: "La inflación continúa muy elevada y va a permanecer alta demasiado tiempo". Eso significa sólo una cosa para el mundo: tasas altas.
Lagarde ha destacado que el precio de los alimentos está subiendo con fuerza y lo seguirá haciendo en los próximos meses.
Esto va a provocar que la inflación triplique el objetivo del BCE, de media, durante el año 2023. El IPC va a mantenerse elevado por un tiempo mucho más prolongado del que se había previsto, lo que fuerza al instituto monetario a mantener una política monetaria restrictiva durante un tiempo.
Asimismo, Lagarde advirtió que el endurecimiento monetario, junto con la desaceleración de la economía, podría incrementar la volatilidad en los mercados de forma importante.
Pero no solamente se trata de un aviso para el sector financiero, sino para otros mercados como el inmobiliario, por mencionar uno.
"A medida que endurecemos la política monetaria, los préstamos se vuelven más caros para las empresas y los hogares", dijo Lagarde.
Más subidas, y más grandes
Tanto el BCE como la Fed de Estados Unidos lo han dejado muy claro, en 2023 habrá más alzas de tasas de interés.
De hecho, Lagarde ha dicho que durante las próximas reuniones la nueva 'normalidad' serán alzas de 50 puntos en el caso del BCE, lo que llevaría el tipo de interés de la tasa de depósito al 3% en solo dos reuniones. El mercado ni siquiera descontaba, antes de la reunión, que los tipos alcanzaran esa nivel durante el año 2023.
Así, para donde que quiera voltear, estamos en un escenario complicado hacia el futuro inmediato.
No se trata de ser pesimistas por deporte, tenemos la convicción y el deseo de que 2023 sea un gran año.
Pero, no podemos cerrar los ojos a la realidad, cerramos 2022 con presiones en la inflación, tasas altas que amenazan con subir más, bajo crecimiento y desempleo al alza.Tampoco podemos tapar el sol con un dedo.