«Quizás ningún lugar en cualquier comunidad
es tan totalmente democrático
como la biblioteca de la ciudad.
El único requisito de entrada es el interés»
Lady Bird Johnson
Era el secreto mejor guardado de la corte egipcia: el Señor de las Dos Tierras, uno de los hombres más poderosos del momento, daría la vida por conseguir todos los libros del mundo para su gran biblioteca de Alejandría. Perseguía el sueño de una biblioteca absoluta y perfecta, la colección donde reuniría todas las obras de todos los autores desde el principio de los tiempos.
Este párrafo del libro de Irene Vallejo, El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo, me resulta tan significativa cuando sé que el sueño de darle vida a la biblioteca de Tecomatlán ubicada en el municipio de Tenancingo, ha cobrado vida, gracias a los “Pequeños Castores Rescatadores”, asociación civil que desde hace 25 años trabajan en beneficio de su comunidad con el apoyo de instituciones públicas y privadas.
“Biblioteco” es el fruto del proyecto ganador de un estímulo otorgado por la Dirección de Participación Social del Estado de México en 2020 y de la suma de voluntades y el trabajo comunitario y voluntario de los habitantes de Tecomatlán, lo que permitió el equipamiento de la Biblioteca con dispositivos de cómputo, tabletas y pantalla que alojan más de 30 programas de acceso abierto para la educación de las niñas y niños, además de otros especializados en programación, diseño 2D, modelado 3D, cartografía e informática.
Es de admirarse lo que los “Tecomatlenses” han hecho por el futuro de su comunidad, porque aunque saben que todos se benefician de este espacio, le han apostado al conocimiento y a la educación que sus niñas, niños, adolescentes y jóvenes en particular puedan tener y obtener.
Con esa misma convicción, Frida Tapia, presidenta de Pequeños Castores Rescatadores A.C., ha expresado que “Biblioteco” es un espacio para crear, aprender, pensar, entretenerse y reinventarse, lo que logrará a través de los más de 2 mil títulos en físico y electrónico, además de textos en inglés y francés, y con los sueños de una comunidad que en contra de lo que muchos piensan en torno a los libros impresos y a las bibliotecas, siguen gustando del pasar las hojas de papel, de su olor, de todo lo que implica el tener un ejemplar en las manos, además de que, como bien lo ha expresado Tapia, esta biblioteca cuenta con colecciones que no se encuentran en línea.
Felicidades a Pequeños Castores Rescatadores A.C y a los habitantes de Tecomatlán quienes nos han mostrado lo que la escritora Sarah Ban Breathnach expresó: “El mundo necesita soñadores y el mundo necesita hacedores. Pero sobre todo, el mundo necesita soñadores que hacen”.
Mtra. Rosalía Zeferino Salgado
Asesora en Comunicación Estratégica
E Imagen Pública