Turquía se encamina este lunes, por primera vez en su historia, hacia una segunda vuelta electoral el 28 de mayo entre el presidente saliente, el islamoconservador Recep Tayyip Erdogan, y su principal rival, Kemal Kiliçdaroglu, socialdemócrata.
Los resultados definitivos de las votaciones presidenciales y legislativas celebradas el domingo todavía no se conocen. Ese día, los 64 millones de electores turcos acudieron masivamente a las urnas, llevando la tasa de participación provisional a casi el 90%.
Tras el escrutinio de más del 99% de los votos, Erdogan recabó el 49.4%, y su principal oponente un 44.95%; un resultado mejor de lo esperado para el jefe del Estado, a quien los últimos sondeos situaban en desventaja.
En cambio, a la oposición, que el domingo afirmaba estar "en cabeza", estas cifras le sentaron como una ducha fría.
"Si nuestra nación dice segunda vuelta, nosotros absolutamente ganaremos en la segunda vuelta", sostuvo el lunes de madrugada Kiliçdaroglu, que lidera una amplia coalición de seis partidos opositores, afirmando que "la voluntad de cambio en la sociedad es más grande que el 50%".
Recep Tayyip Erdogan, reelegido en 2018 en la primera vuelta de las presidenciales, también compareció el domingo por la noche ante una multitud de simpatizantes.
"Creo sinceramente que seguiremos sirviendo a nuestro pueblo en los próximos cinco años", lanzó Erdogan, que lleva desde 2003 en el poder. En las últimas semanas hizo varias promesas electorales destinadas a frenar la fuerte inflación que azota el país.
Además, su formación, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamoconservador), parece estar en condiciones de conservar su mayoría en el Parlamento.
Con información de AFP
Imagen: AFP