Durante años de investigación agentes de seguridad de la DEA intentaron descifrar acerca de la identidad de una famosa figura, la cual era mencionada en diversas conversaciones de teléfonos intervenidos de los miembros de un importante cártel de drogas en México. Lo único que sabían era que se trataba de una figura poderosa en las operaciones de cárteles mexicanos, y, por último, tal cual como en la película; que era apodado como “El padrino”.
Para sorpresa del Gobierno mexicano, se trataba del general Salvador Cienfuegos Zepeda, ex secretario de la Defensa Nacional en la administración de Enrique Peña Nieto. Con la detención de Cienfuegos cambia por completo el significado de lo que fue la Guerra contra el narcotráfico, pues esto está sucediendo tan solo unos meses después del arresto de Genaro García Luna, el cual se desempeñó como Secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón.
Es decir, durante la primera parte de la Guerra contra el narcotráfico tenemos al encargado de brindar seguridad al país siendo presuntamente sobornado por el cártel de Sinaloa, una de la mafias más poderosas de México. Posteriormente en el siguiente sexenio el ex secretario de Defensa Nacional es detenido por presuntamente formar parte del narcotráfico. Esto nos pone a reflexionar la pregunta que planteó el periodista Rafael Cardona; ¿Tenemos un pueblo uniformado que defiende a la patria o tenemos un pueblo uniformado infiltrado por la delincuencia?
Es importante también observar la reacción del actual Gobierno ante estas últimas dos detenciones consumadas por autoridades estadounidenses, pues nos deja ver lo vulnerable que somos ante las agencias de espionaje de Estados Unidos, además nos hace cuestionarnos hasta dónde está llegando aquella supuesta “cooperación” que hay entre estos dos países, pues parece ser más una imposición.
Ante este panorama primero es indispensable preguntarnos si Cienfuegos y García Luna son figuras aisladas en la relación Estado/Narcotráfico o si bien es el sistema de defensa el cual está aliado al narco. Con esto, hay que volver a plantearnos si las decisiones que está tomando Andrés Manuel López Obrador al brindarle tantas atribuciones a las fuerzas armadas es lo correcto pues siendo la honestidad y la lucha contra la corrupción pilares del Gobierno actual es obligatorio dejar de brindar tanta autoridad a un sistema que claramente va en contra de sus principios.
Por último, estos dos casos nos ayudan a entender por qué ha sido interminable la Guerra contra el narcotráfico, pues no se puede intentar ganar si un pilar se hace sordo ante las demandas del pueblo y otro trabaja para lo que pretendes destruir.
Alaska J. Zamora, colaboradora de Integridad Ciudadana A.C. Estudiante de Comunicación en la Universidad Iberoamericana y locutora de radio en Ibero 90.9 FM, en el programa Tengo Otros Datos Twitter: @AlaskaJuarez