No me canso de releer y recomendar el texto de Peter Phillips, el sociólogo del poder, en el que realiza un extraordinario análisis y catálogo de los multimillonarios individuales e instituciones financieras que en realidad controlan el mundo.
El libro se intitula como esta columna y ahí explica cómo todos estos individuos y grupos invierten y se conocen entre sí, formando redes que comparten orígenes, formación académica, riqueza, membresía en organizaciones no gubernamentales y hasta cosmovisión.
La obra identifica con toda claridad a los 17 gigantes. Se trata de las instituciones financieras globales que controlan 41 billones de dólares en activos, como BlackRock, JP Morgan Chase, Barclays, Goldman Sachs y Morgan Stanley.
Identifica, además, las notas biográficas fundamentales y un cálculo de los activos personales, de los 199 directivos de esas 17 instituciones, ya sean los Directores Generales (CEOs) o los integrantes de los Consejos de Administración.
Estudia también el origen, misión y membresía de las instituciones no gubernamentales de reflexión y pensamiento (les llama “facilitadoras”) que, dice, diseñan la verdadera planeación económica global. Se trata del Grupo de los 30, la Comisión Trilateral, el Grupo Bilderberg, la Conferencia Monetaria Internacional, el Banco Mundial, el Banco de Pagos Internacionales y el Foro Económico Mundial. Veo varios Mexicanos.
Informa también sobre los “protectores” de los grandes capitales, entre los que enlista a las fuerzas armadas norteamericanas y en particular el Comando de Operaciones Especiales, con tropas en 147 países; y la mismísima OTAN, junto a crecientes y poderosos ejércitos privados como el G4S (625mil empleados) o Blackwater (hoy Academi), en los que los gigantes tienen ingentes inversiones. Empresas así, dice, están contratadas para asegurar la estabilidad social y política de los destinos de la inversión internacional. Phillips destaca la labor del Atlantic Council y del Council on Foreign Relations como cuerpos fundamentales de análisis y planeación de políticas geoestratégicas regionales y globales al servicio de los gigantes y sus socios.
Finalmente, estudia las compañías responsables del componente propagandístico del gran capital. Son las 6 grandes corporaciones mediáticas globales: Comcast, Disney, Time Warner, 21st Century Fox, Bertelsmann y Viacom/CBS y las grandes firmas de relaciones públicas, como Omnicom Group, WPP e Interpublic Group, de las que estudia también a sus Directores Generales, Consejos, subsidiarias y clientela. En todas, los gigantes también tienen enormes inversiones.
En una carta abierta, Phillips determina que la élite del poder global en realidad encabeza una nueva “clase capitalista transnacional” cuya única misión es asegurar el crecimiento continuo de sus ganancias y utilidades. Dice que probablemente, solo esa clase, si muestra sensibilidad social y compromiso democrático, es la que podría atemperar y/o conjurar los riesgos sistémicos que la humanidad enfrenta, como el hambre, la pobreza, la inequidad, la guerra y el cambio climático. La llama a la acción. ¿Escuchará?
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