Un juez de conocimiento condenó a Kelly Jhoana Suárez, exreina y modelo, a una pena de 19 años y 8 meses de cárcel tras encontrarla culpable del delito de explotación sexual de menores de 14 años.
Además de su reconocimiento como modelo con ambiciones de éxito, Kelly Jhoana Suárez Moya también se destacaba como una líder comunitaria, supuestamente dedicada a apoyar a las familias más necesitadas, ofreciendo a niños, niñas y adolescentes oportunidades en el mundo del modelaje.
Las familias, confiadas en el éxito de la joven que había brillado en el modelaje y en la televisión, entregaban a sus hijos sin sospechar que detrás de su encanto y aparentes buenas intenciones se escondía una red criminal dedicada a la explotación sexual de menores.
Kelly dirigía una organización de explotación sexual que operaba tanto en el ámbito nacional como internacional. Su agencia de modelaje, Stage Models Caribe, era utilizada como gancho para atraer a los jóvenes con promesas ilusorias de éxito en el mundo del modelaje.
Sus crímenes fueron tan notorios que la exitosa película *Sound of Freedom* (Sonido de Libertad) incluyó un personaje inspirado en ella, mostrando cómo se aprovechaba de los niños para venderlos a redes internacionales de explotación.