El exministro de Relaciones Exteriores, Alexander Schallenberg, juró como nuevo canciller de Austria, en un intento de reforzar la confianza y la estabilidad tras la dimisión de Sebastian Kurz, salpicado por un escándalo de corrupción.
El presidente Alexander Van der Bellen invistió formalmente a Schallenberg, de 52 años, en una ceremonia retransmitida por televisión dos días después de la renuncia de Kurz, de 35 años.
El domingo, durante una breve intervención, el nuevo dirigente afirmó que se estaba preparando para un "enorme reto".
La dimisión de Kurz puso a prueba la coalición de los conservadores con los ecologistas, que ya se había visto confrontada a varias disputas en los últimos meses.
Por el momento, el jefe del Estado aplaudió "el final de la crisis", en tanto el gobierno intenta dar una imagen de unidad.
El vicecanciller, Werner Kogler, responsable de los Verdes, dijo estar "encantado de que haya la posibilidad de abrir un nuevo capítulo en el trabajo del gobierno de coalición", que terminará su legislatura en 2024.
Fiel aliado de Kurz
Los expertos destacan que "Schalli" tiene fama de "íntegro" y sus "capacidades de comunicación con los medios", según el politólogo Patrick Moreau.
Es también un fiel aliado de Sebastian Kurz, "un allegado a quien le debe el grueso de su carrera", añadió Moreau. Ambos comparten las mismas convicciones, de la lucha contra la inmigración a la hostilidad hacia Turquía.
Como no tiene experiencia en política interior, estará "aconsejado por los sherpas de Kurz y firmemente acompañado" por este último, consideró el analista.
De hecho, la oposición teme que "el sistema Kurz" perdure pese al cambio del canciller.
Entretanto, Kurz mantendrá su acta de diputado y ha prometido "arrojar luz" sobre las acusaciones vertidas contra él.
Además de por este caso, está siendo investigado por falso testimonio ante una comisión parlamentaria.
Con información de AFP
Imagen: AFP