Siempre se ha dicho que la Universidad Nacional Autónoma de México debe refrendar su carácter autónomo frente a cualquier embate de fuerzas externas. A meses de que concluya el período del actual Rector Enrique Graue, al parecer se pondrá a prueba qué tan cierto puede ser esto.
La autonomía universitaria es una condición jurídica prevista en la ley. Incluso, el artículo tercero constitucional se refiere a "las universidades a las que la ley otorga autonomía". Pero la independencia es una condición fáctica, qué debe mostrarse principalmente en el alejamiento, no de las causas políticas (porque esas son de interés de toda la sociedad), sino de las político partidarias. Aquellas vinculadas con la "lucha por el poder".
En el contexto actual, en el momento previo al inicio del proceso electoral 2023-2024, las fuerzas políticas se mueven, se reacomodan. Chocan entre sí. Y esos impactos, a veces lanzan esquirlas que afectan contextos generales más amplios.
El manejo que ha dado la UNAM al caso de la Ministra Esquivel y su impacto al interior de la Universidad, así como fuera de ella, es una prueba más de cómo las disputas de las fuerzas políticas terminan afectando esa independencia con la que se deben tomar las decisiones en el ámbito universitario.
Además, algunas fuerzas políticas apropiadas de un segmento de la opinión pública, hacen mella en nuestra universidad; y nadie está contento con eso.
Los unversitarios estamos interesados en que el prestigio y buen nombre de nuestra casa de estudios, se mantengan intactos.
Diversos grupos y organizaciones de universitarios, nos hemos pronunciado por la necesidad de que nuestra universidad resuelva con ética y profesionalismo, lo que deba resolver en este caso; pero alejado de intereses y presiones políticas, y del peso de la opinión pública, que debe estar al pendiente sin presionar ni tratar de incidir. Preferentemente, se debe resolver a la brevedad posible.
Cómo universitarios, debemos actuar con firmeza. Estar al pendiente y vigilantes de la actuación de nuestras autoridades universitarias y sus decisiones. Cuestionar y argumentar con la razón y la ley.
En lo personal, me he pronunciado ya anteriormente en ese y en cualquier caso similar, sobre la necesidad de respetar el debido proceso y la presunción de inocencia; evitando linchamientos mediáticos que a veces incluso se anticipan a las resoluciones o determinaciones de las autoridades universitarias, únicas facultadas para establecer una situación jurídica al respecto.
Flor de Loto: El fin de la administración del Dr Graue como Rector de la UNAM en noviembre de este año, ha destapado una serie de acciones que podrían apuntar desafortunadamente al uso de las instituciones universitarias con fines políticos ajenos a la naturaleza de nuestra universidad.
Los universitarios debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitarlo.