Después de los casos de meningitis que se dieron desde el año pasado en Durango, por aparentes descuidos médicos, Joaquín Antonio Gardeázabal Niebla, exdirector de la COFEPRIS, una verificadora sanitaria y un médico anestesiólogo, identificado como Omar “N”, fueron detenidos.
Se les acusa de su posible relación en el brote de casos de meningitis en la entidad que ha dejado 35 muertos.
Por su parte, la fiscal general del Estado de Durango, detalló que el anestesiólogo es acusado de no haber cumplido con las Normas Oficiales Mexicanas y con la Ley General de Salud, debido a que utilizó medicamentos que no fueron asignados por los hospitales para hacer procedimientos de anestesia.
“Si bien es cierto pudiera no haber actuado con la intención de causar la muerte y las lesiones a las pacientes, también lo es que él debe prever las circunstancias en las que pudiera ponerlas en riesgo por no cumplir con las normas oficiales mexicanas, en especial la norma de anestesiología”, dijo.
Por su parte, Noel Díaz Rodríguez, fiscal Anticorrupción de Durango, detalló que el exdirector de la Coprised y la verificadora sanitaria fueron detenidos por los delitos de ejercicio indebido del servicio público y homicidio, pues el exfuncionario no cumplía con los requisitos legales para el ejercicio de sus funciones.
Además,a Fiscalía dijo que en marzo de 2022, Joaquín Gardeázabal solicitó una visita de verificación sanitaria del programa de control de infecciones nosocomiales, a cargo de Guadalupe “N”, quien incurrió en omisiones y manifestó hechos falsos en su informe, ya que ocultó que no se contaba con una farmacia hospitalaria, que el lugar donde se resguardaban los medicamentos no estaban en las condiciones adecuadas, ni tenían registro de temperatura de los fármacos, ni licencias sanitarias para medicamentos controlados.