Hasta ahora han sido Claudia Sheinbaum y Beatriz Paredes las mujeres más activas con miras al 2024. Ambas interesadas en competir por la presidencia de la República, aunque primero tendrán que ganar la candidatura, una por Morena y la otra por el PRI.
Ninguna podría dar por hecho su nominación, porque hay más jugadores en la cancha de juego que también quieren y suman acciones para conseguir el gol, si fuera futbol, o pegarle de lleno a la pelota para mandarla fuera del parque, jonrón, si fuera beisbol, llamado rey de los deportes.
Ambas con trayectoria y experiencia. Claudia empezó a ser considerada favorita en su partido desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el saque inicial de la carrera presidencial. Beatriz levantó la mano por su cuenta, por iniciativa propia, en un partido que pareciera ir contracorriente por el desgaste a que se ha visto sometida su dirigencia.
Claudia está entre los primeros lugares de las encuestas que diversos medios difunden de manera periódica. Beatriz ya está en ese camino, dedicada a sumar. Hay piedras campechanas en su trayecto que tarde o temprano deberá esquivar o remontar.
Tampoco se podría decir coloquialmente que Claudia va en “caballo de hacienda”, porque no solo hay dos más del gabinete que le compiten (Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard), también el senador Ricardo Monreal no cede en su empeño de aparecer en la boleta y hasta se queja de que la jefa de gobierno de la Ciudad de México le promueve campaña negativa.
Claudia tiene una posición que le permite estar en el aparador mediático todos los días, gobierna la principal ciudad de nuestro país y una de las más grandes del mundo en población. Se da tiempo los fines de semana para recorrer y posicionar su imagen en los estados.
Beatriz gobernó una de las entidades más pequeñas (Tlaxcala) y presidió al Partido Revolucionario Institucional. Tiene origen campesino y su estilo de vestir es inconfundible, así ha sido desde que empezó su carrera, expresión de sus raíces y costumbres tradicionales. Una de sus huellas legislativas fue detener el reloj de la Cámara de Diputados como presidenta de la mesa directiva, para que no se agotara el tiempo destinado por ley a la aprobación del presupuesto de egresos.
Claudia es científica y escritora, especialista en medio ambiente. Maestra en ingeniería energética y doctora en ingeniería ambiental. Participó en el Grupo Intergubernamental de Expertos de la ONU sobre el Cambio Climático, que ganó el Premio Nobel de la Paz.
Beatriz es socióloga egresada de la UNAM, con posgrado en literatura hispanoamericana por la Universidad de Barcelona. Subsecretaria de Gobernación en tres ocasiones y embajadora de México en Cuba. Reconocida inteligencia y capacidad de oratoria. Actual senadora.
Las dos han logrado crecer en política a pesar del dominio ejercido por varones en muchos años.
Hasta ahora ninguna mujer ha llegado a la presidencia de la República y no hay garantía de que alguna lo logre en el 2024.
Lo que es un hecho es que tanto Claudia como Beatriz están en la competencia por su talento, no por razones de género.
Están en el juego, en el campo de futbol o en el parque de beisbol, como se quiera ver; cualquiera de las dos, con la habilidad para anotar gol o la fortaleza para dar el batazo de vuelta entera.
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