Hoy el mundo lidia con uno de sus problemas más persistentes y dañinos: la contaminación. En el caso de la Ciudad de México, hemos llegado a normalizar vivir en un lugar que se ve gris, tener que evitar salir por el peligroso aire que se respira en el exterior y hallarnos inmersos en medio de una nube de contaminación presente en todo momento aunque unas veces más notorias que otras. La semana del 24 de febrero la capital decretó la primer contingencia ambiental de este 2023.
Cada año, la exposición a la contaminación del aire causa siete millones de muertes prematuras en el mundo, 320.000 en la región de Latinoamérica, 48.000 en México y entre 8.000 y 14.000 en la capital, de acuerdo con el índice Global Burden of Disease. El monitoreo de calidad de aire señala que la actividad diaria de la ciudad genera una gran cantidad de sustancias que modifican la composición natural del aire. A pesar de los esfuerzos del gobierno y organizaciones ambientales, los grandes índices de contaminación son un problema grave que afecta a la salud y el bienestar de los mexicanos.
Uno de los principales contribuyentes a este problema en México es la industria. Las fábricas y plantas de producción en todo el país emiten grandes cantidades de gases tóxicos y productos químicos al aire y al agua, lo que resulta en la contaminación del aire, la tierra y el agua. También hay un problema con la quema de combustibles fósiles, lo que empeora aún más la calidad del aire. Además, el tráfico es otro gran contribuyente a la contaminación en México. Las ciudades están cada vez más congestionadas.
Las normas de emisiones de vehículos no son suficientes para controlar esta situación, lo que significa que la contaminación del aire es un problema diario en muchas ciudades. La contaminación también afecta la salud de las personas. Los altos niveles de contaminación del aire pueden causar problemas respiratorios, como asma, bronquitis y enfisema. También se ha demostrado que la contaminación del aire aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y derrames cerebrales. Por otro lado, la contaminación del agua puede causar enfermedades gastrointestinales y otros problemas de salud.
Esto está teniendo un impacto catastrófico en nuestro planeta, incluyendo el aumento de las temperaturas globales y el nivel del mar como consecuencia del deshielo de los glaciares, según un estudio de la revista Geophysical Research Letters, el proceso del descongelamiento va a ocurrir hasta cien veces más deprisa de lo estimado. Este fenómeno a escala mundial afectará a las costas mexicanas de varios estados, por lo que aún queda mucho por hacer.