Movimiento Ciudadano sigue dando la
nota periodística. Ayer celebraron un homenaje a Cuauhtémoc Cárdenas en el Senado de la República. Lo interesante es que la participación no se limitó a gente de ese partido. Ahí estuvo gente del PRI como el excandidato presidencial Francisco Labastida o nada menos que el mismísimo Manlio Fabio Beltrones, personaje a quien las cámaras persiguen siempre. También estuvieron presentes José Narro, Ivonne Ortega, Miguel Mancera y Ricardo Monreal. En otras palabras, una gran capacidad de convocatoria genuinamente pluralista y multipartidista.
El evento puede interpretarse en primer lugar como un contundente mensaje político. Una invitación a la civilidad donde gente de distinta ideología reconoce la trayectoria de un oponente y muestra su disposición al diálogo con los diferentes. Esa disposición es la base misma del parlamentarismo, una reunión de opiniones diversas, listas para negociar y conciliar. A diferencia del discurso autoritario que descalifica el pluralismo y las opiniones que no se pliegan al supuesto reclamomayoritario, el homenaje supone una agradecible invitación a disentir civilizadamente. Una convocatoria para la inclusión en lugar de la exclusión propia del violento sectario concurrente a la capilla personalista.
Ya he contado en estas páginas cómo las memorias del primer ministro canadiense Jean Chrétien (liberal) contienen un prólogo del más importante de sus oponentes políticos en toda su carrera (Joe Clark, exprimer ministro conservador). Ambos coinciden en señalar la importancia de un intercambio civilizado para enriquecer la vida pública de su país sin renunciar a sus respectivas valoraciones ideológicas.
Los dos subrayan en el libro que solamente el concurso y participación constructiva de todas las fuerzas políticas lograron el progreso de los ciudadanos de Canadá. Adversarios, oponentes, pero nunca enemigos.
Llaman la atención las declaraciones del ingeniero Cárdenas respecto a los partidos de oposición. “En la actual vida partidaria del país nos están faltando las propuestas de los partidos políticos para encontrar en la pluralidad avances en aspectos de soberanía, equidad y democracia”. Y añade Cárdenas “tenemos que mejorar la economía sin duda alguna, tenemos que buscar que se instrumente una política de crecimiento económico que pueda mantenerse en el largo plazo, pues los recursos son indispensables para invertir en todo lo que el país requiere para su desarrollo; los avances que hemos tenido a lo largo de estos últimos años en materia democrática se deben al pueblo de México fundamentalmente. No hay ningún partido, ningún funcionario que pudiera o debiera adjudicarse estos cambios de manera individual”.
¿Podremos vivir juntos? Se preguntaba el sociólogo francés Alain Touraine en el título de uno de sus libros. Sí, y sólo sí estamos dispuestos a reconocerle interlocución al punto de vista contrario. En otras palabras, nada menos que hacer política. Ayer los senadores demostraron que sí saben hacerla.
•Internacionalista y analista político:
@avila_raudel