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Como médico, es crucial abordar un problema de salud pública que afecta a millones en el mundo: el dengue. Esta enfermedad, transmitida por mosquitos del género Aedes, ha aumentado su prevalencia y gravedad en las últimas décadas, convirtiéndose en una preocupación global.
Como ya lo he tocado en otras columnas "la prevención es crucial", en este caso contra el dengue, ya que, comienza en nuestros hogares y comunidades. La eliminación de criaderos de mosquitos se puede lograr al no dejar recipientes que acumulen agua estancada, como neumáticos viejos, floreros y recipientes al aire libre, los cuales deben vaciarse regularmente. Mantener los espacios limpios y libres de objetos es de gran ayuda.
El uso de repelentes de insectos adecuados, especialmente durante las horas de mayor actividad de los mosquitos (amanecer y atardecer), es otra medida eficaz. Dormir bajo mosquiteros puede proporcionar una protección adicional, especialmente en áreas con alta transmisión.
Síntomas y Reconocimiento Temprano
Es fundamental reconocer los síntomas en sus etapas tempranas para un tratamiento oportuno. Suelen aparecer de 4 a 10 días después de la picadura del mosquito e incluyen fiebre alta repentina, dolores musculares y articulares intensos (de ahí el nombre "quebrantahuesos"), dolor detrás de los ojos, erupción cutánea y sangrado leve de encías o nariz.
En casos más severos, el dengue puede progresar a una forma grave conocida como dengue grave o dengue hemorrágico, caracterizado por sangrado severo, daño orgánico y shock potencialmente mortal.
El manejo del dengue y de cualquier otra enfermedad debe ser tratado por un especialista, en el caso de las personas infectadas por dengue: se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones graves. Es fundamental el reposo y la hidratación adecuada para mantener el equilibrio de líquidos. Los medicamentos se utilizan para reducir la fiebre y aliviar el dolor, pero es importante evitar los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y los medicamentos que afectan la coagulación, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado en casos de dengue grave.
En casos de dengue grave, el manejo médico intensivo con monitoreo cercano es esencial. La detección temprana de signos de alarma, como la aparición de sangrado, vómitos persistentes, dificultad respiratoria y letargo, puede salvar vidas al permitir una intervención médica oportuna.
La lucha contra el dengue requiere un esfuerzo conjunto de la comunidad, autoridades de salud pública y profesionales médicos. La prevención mediante la eliminación de criaderos de mosquitos y el uso adecuado de medidas de protección personal son nuestras armas más poderosas. Reconocer los síntomas temprano y buscar atención médica es fundamental para reducir la carga de esta enfermedad.
La educación y concienciación son clave para proteger a nuestras comunidades y prevenir brotes de dengue. Juntos podemos hacer una diferencia significativa en la lucha contra esta enfermedad devastadora.