Tras décadas de incertidumbre y búsqueda incansable, una prueba de ADN ancestral permitió que Paula Andrea Dahlberg, ciudadana sueca, finalmente se reencontrara con su madre biológica en Colombia. El emotivo encuentro tuvo lugar en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro, donde Paula, acompañada de su esposo e hijos, conoció por primera vez a su familia colombiana. "Estoy muy feliz, un poco abrumada, pero muy feliz", confesó Dahlberg emocionada, tras el conmovedor reencuentro.
Lina Serna, la madre biológica de Paula, no pudo contener su emoción al ver a su hija después de 36 años. "Fue algo demasiado emotivo, un sueño que llevaba años esperando", afirmó Serna, quien nunca dejó de pensar en el día en que podrían estar juntas nuevamente.
Janeth Serna, hermana de Paula, también compartió la alegría de conocer a su hermana después de tantos años. "Es gratificante estar con ella, saber que puedo hablarle, que ahora tengo un contacto en WhatsApp que dice ‘hermana’", expresó con emoción.
A pesar de las diferencias idiomáticas entre Paula, que habla sueco, y su familia colombiana, la tecnología ha jugado un papel crucial en este reencuentro. Gracias a aplicaciones de traducción, la familia ha podido derribar las barreras del idioma y comunicarse sin mayores problemas.
Paula Andrea Dahlberg, que fue adoptada por una familia sueca cuando era muy pequeña, solo estará una semana en Colombia en esta primera visita, pero ya tiene planes para regresar en diciembre y pasar la Navidad con su familia biológica.
Este emotivo reencuentro recuerda otro caso similar ocurrido en 2013, cuando Carolina Skyldberg, otra colombiana adoptada por una familia sueca, logró encontrar a su madre, Gilma Parra, después de 36 años. En aquel entonces, Parra había tomado la dolorosa decisión de dar a su hija en adopción cuando tenía apenas seis meses, con la esperanza de que pudiera tener una mejor vida. "Gilma ama a su hija y se siente desesperada por darla en adopción, pero sabe que es lo mejor para su futuro", rezaba un documento del Icbf revelado en ese momento.
El reencuentro entre Carolina y su madre se dio en un hotel de Bogotá, donde Parra pidió perdón a su hija por haberla dado en adopción. Con el tiempo, ambas lograron reconstruir su relación, y Carolina ha vuelto varias veces a Colombia para compartir con su familia.
Así como en el caso de Carolina, la reunión entre Paula y su familia marca el inicio de una nueva etapa en sus vidas, donde la tecnología, la ciencia y el amor familiar se han combinado para cerrar las heridas del pasado.