Columnas
Los cuestionamientos en torno a la fortaleza política y de salud de Joe Biden, no son los mismos que hace 4 años, cuando se enfrentó en las urnas por primera ocasión con Donald Trump por la presidencia de los Estados Unidos. Nada es igual.
El presidente estadounidense asegura que su prioridad es «no dejar ganar» a su rival y advierte del «peligro» que correría Estados Unidos si el exmandatario recupera el poder, así de claro, de contundente, pero….
Lo cierto es que más allá de las palabras del posible abanderado demócrata, su campaña tiene dificultades para despegar y los primeros números de las basta encuestas que ya se han dado a conocer lo muestran, la aprobación de su trabajo desde la Casa Blanca es mayoritariamente rechazado.
Y es que Joe Biden está deshojando la margarita, consciente de su edad, de sus 81 años y de las condiciones físicas y mentales que solo unas muy pocas personas conocen a ciencia cierta.
Le alcanzará al actual ocupante de la Oficina Oval con el discurso de que la democracia está en riesgo y de la justicia persigue a su posible contrincante, tras descubrir sus posibles y múltiples delitos.
Más allá de los múltiples problemas que enfrenta Donald Trump, Biden genera más dudas que certezas sobre su futuro y no solo en lo político, sino en un esquema básico de salud, sus varias caídas en las escalinatas del avión, en su bicicleta, en los templetes, en fin, pero sobre todo en su estructura mental, que le ha jugado varios momentos difíciles en sus discursos a lo largo del país.
Uno de los factores difíciles de ocultar para la ciudadanía ha sido la difícil situación económica, la crisis generada por el Covid-19 y su incierta recuperación para la gran mayoría de estadounidenses.
Hace cuatro años, Joe Biden dijo que decidió volver a competir por la presidencia luego de ver la marcha neonazi en Charlottesville, Virginia, en respaldo de Donald Trump, quien a su vez llamó a los manifestantes “buena gente”, entonces Biden se lanzó a la batalla “por el alma de la nación”, el lema de su campaña.
Joe Biden dijo que, si Trump no se hubiera postulado de nuevo para competir por la presidencia, él tampoco lo hubiera hecho…sí Trump no se postulara, no estoy seguro de que yo lo hiciera, pero no podemos dejar que gane”, soltó Biden, la noche del martes, en Boston, durante una recepción para recaudar fondos para su campaña.
Bien vale resaltar que esta declaración cobra gran importancia ya que fue la primera vez que admitió de una manera tan cruda y frontal que su candidatura presidencia está atada a las circunstancias políticas de Estados Unidos, más allá de sus propias ambiciones personales.
@arnc7