Columnas
Por diferencia de dos o tres días las candidatas presidenciales Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez tuvieron oportunidad de reunirse con el Papa Francisco en el Vaticano.
Primero Xóchitl y luego Claudia.
Como ocurre en estos encuentros y de acuerdo con el protocolo de la Santa Sede, las fotografías fueron tomadas por empleados del Vaticano. Después la secretaría privada se encargó de entregarlas a los interesados.
Claudia y Xóchitl seleccionaron las que darían a conocer a los medios de comunicación, las que consideraron mejores para ilustrar su visita privada al pontífice.
Subieron a su respectivo Twitter o X las fotos. Claudia seleccionó dos y Xóchitl tres apenas las recibieron. Las acompañaron de mensajes para exaltar el significado de su encuentro. Dos de las tres fotos de Xóchitl fueron posadas. A ella le gustó más donde están sentados, con sonrisas dibujadas.
Intencional o de manera casual, su diálogo y sesión fotográfica tuvo como fondo el cuadro del pintor alemán Johann Georg Melchior Schmidtner, del siglo XVIII, en el que está la “Virgen Desatanudos”, iluminada por la paloma que representa el espíritu santo, rodeada de ángeles; pisa la cabeza de una serpiente, reptil símbolo de pecados y males.
Generalmente los católicos le rezan a esta virgen para que les ayude a resolver situaciones difíciles.
En las tres fotos, el Papa Francisco con su sotana blanca, cruz en el pecho y solideo en la cabeza, mantiene la rigidez de la formalidad clerical, sin dejar de ser cordial. El regalo o frazada la recibe con su mano izquierda, mientras que con la derecha se apoya en su bastón. Observa la escena el ingeniero Rubén Sánchez (esposo de Xóchitl), quien aprieta con su mano izquierda un objeto rojo que apenas asoma la nariz.
Siguiendo las pautas de la semiótica, para analizar fotografías, poses, gesticulaciones y expresiones, se puede decir que en ninguna Xóchitl es tocada por las manos del Papa y solo en una se miran a los ojos, en el momento de la entrega del obsequio.
Xóchitl no especificó el sitio de la reunión y sólo cito que el encuentro se realizó en el Vaticano.
En cambio, Claudia Sheinbaum puntualizó que platicó con el Papa en su “despacho privado”.
Las dos fotos aportadas por Claudia, permiten ver que el Papa no traía el solideo en la cabeza, lo que contribuiría a generar una atmósfera de cierta informalidad y confianza. Intercambian miradas. El Papa, sin dejar de mirarla, acaricia sus manos. La actitud del pontífice es afectiva y correspondida por Claudia.
En su mensaje en X subrayó que en muchos de sus discursos “repito una frase del Papa Francisco que dice: la única manera lícita de mirar de arriba a abajo a alguna persona es cuando le das la mano para levantarse”. También reveló que le regaló unas piezas del pueblo wixárica. Y tuvo palabras de agradecimiento para quienes la ayudaron a concretar la reunión.
Xóchitl fue menos descriptiva en su mensaje en X. Comentó que tuvieron diálogo cordial e intercambiaron “puntos de vista sobre la cultura del descarte, que consiste en la marginación a todos aquello que no produce, así como sobre diversas crisis que enfrenta la humanidad”.
En síntesis, en las fotos se ve más afecto y cariño en el encuentro de Claudia y el Papa.
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