Los recurrentes ataques contra estudiantes mujeres en Afganistán: Un oscuro panorama de envenenamientos y químicos tóxicos

Los ataques dirigidos a estudiantes mujeres en Afganistán han generado consternación en los últimos años, especialmente debido al uso de químicos tóxicos y envenenamientos por parte de grupos opuestos a la educación de las mujeres en el país.

El reciente envenenamiento de más de ochenta niñas en dos escuelas primarias durante el fin de semana pasado representa el último incidente en una serie de ataques dirigidos a mujeres afganas, quienes ya han enfrentado la reducción de sus derechos desde la llegada de los talibanes al poder en agosto de 2021.

Sin embargo, incluso antes de la toma de Kabul, las mujeres han sido blanco de grupos que históricamente se oponen a la educación de las niñas y adolescentes. Aunque los talibanes han negado su participación en estos incidentes, a menudo se les ha responsabilizado por estos ataques.

En marzo de 2017, más de 81 niñas tuvieron que ser hospitalizadas después de que un grupo de hombres armados, cuya identidad no fue revelada, atacara el patio de una escuela femenina en la provincia de Faryab, en el noroeste de Afganistán, utilizando sustancias químicas tóxicas.

En septiembre de 2015, las autoridades del estado de Herat alertaron a las escuelas femeninas luego de registrar al menos 600 casos de envenenamiento intencional de alumnas en tan solo ocho días.

Unos meses antes, en junio de ese mismo año, aproximadamente 60 estudiantes fueron hospitalizadas debido a un posible envenenamiento en una escuela en la provincia de Bamyan, en el centro del país. Dos semanas antes, otras 60 niñas fueron intoxicadas en un centro educativo en el norte de Afganistán con un "polvo blanco de fuerte olor", supuestamente arrojado por los talibanes.

En abril de 2015, también se reportaron ataques en escuelas para hombres en Herat, donde aproximadamente 60 estudiantes que comieron alubias en un puesto de comida rápida tuvieron que ser trasladados a un hospital debido a un posible envenenamiento.

En junio de 2013, sesenta niñas de una escuela en el este del país perdieron el conocimiento después de beber agua de un pozo cercano y detectar un olor extraño en la zona. Además, otras 20 estudiantes se desmayaron en otro centro femenino en el norte de Afganistán después de inhalar una sustancia química rociada en la zona con un pulverizador.

Un mes antes, al menos ochenta niñas de una escuela secundaria en el norte de Afganistán perdieron el conocimiento debido a un posible envenenamiento, mientras que otras setenta quedaron inconscientes en un incidente similar en Kabul.

Estos ataques reiterados han generado una grave preocupación por la seguridad y bienestar de las estudiantes mujeres en Afganistán, resaltando la necesidad de abordar esta situación de manera urgente y garantizar un entorno seguro para su educación y desarrollo.

Foto: Tomada de redes sociales