Columnas
Recientemente el INE informó del cierre formal de su Campaña Anual Intensa de actualización del padrón electoral, mandatada por la Ley general de la materia.
La famosa CAI es un esfuerzo institucional tradicional que por ley dura del 1° de septiembre al 15 de diciembre de cada año, para que las y los ciudadanos se incorporen al padrón por haber alcanzado la mayoría de edad, por cambio de domicilio, por haber extraviado su credencial o que teniendo suspendidos sus derechos políticos, ya cuenten con evidencia de su rehabilitación legal.
Contrario a la exigencia popular y mediática, este año, por ser el previo a una elección tan grande como la que viene, desde julio pasado el Instituto ya había ampliado ese plazo del 15 de diciembre a la media noche del lunes 22 de enero; es decir 5 semanas. En los hechos, hasta el jueves 25, para atender a todas las personas que se quedaron formadas en los casi 900 módulos en la noche aquella.
Por razones de preparación y logística, resulta necesario “cerrar” los listados en algún momento. Sin esa certidumbre no se pueden planear ni ejecutar otros procesos fundamentales como el número y por lo tanto ubicación de las casillas o el número de boletas y de mesas directivas de casilla. Estamos además ante plazos legales inconmovibles.
En una más de sus expresiones de colegialidad e inclusión política, la propia norma dispone, efectivamente, que, a más tardar el 15 de febrero, el INE debe entregar a los partidos políticos las listas nominales para que puedan formular observaciones, señalando hechos y casos concretos e individualizados, hasta el 14 de marzo inclusive. Del mismo modo, que de las observaciones formuladas se harán las modificaciones que resulten procedentes y de ello se informará al Consejo General y a la Comisión Nacional de Vigilancia a más tardar el 15 de abril.
Dispone también que los partidos podrán impugnar ante el Tribunal Electoral dicho informe y que, si no se impugna o, en su caso, una vez que el Tribunal Electoral haya resuelto las impugnaciones, el Consejo General sesionará para declarar que el Padrón Electoral y los listados nominales de electores y electoras que se utilizarán en la jornada electoral de junio próximo son válidos y definitivos.
Una fiesta con una lista cierta y fija de personas invitadas siempre sale mucho mejor. Según datos preliminares del Instituto, para la fiesta cívica de junio próximo nuestro padrón tendrá un poco más de 100 millones de personas. Es una base de datos de entidad superlativa. Su precisión, cobertura, actualización y seguridad, exclusivamente a cargo del INE, son en realidad asuntos de seguridad nacional,pues tienen que ver con la viabilidad de la República y con la fibra misma y resiliencia de nuestra Democracia.
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