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Ubicada a tan solo 50 kilómetros de la Ciudad de México, Teotihuacán es una joya arqueológica que no solo impresiona por su historia, sino también por las experiencias culturales y turísticas que ofrece a sus alrededores. Conocida como la "Ciudad de los Dioses", Teotihuacán fue una de las ciudades más influyentes de Mesoamérica en la antigüedad, albergando más de 125,000 habitantes en su apogeo, y aún hoy, sigue siendo un destino esencial para los viajeros interesados en la historia prehispánica.
Historia y relevancia
Teotihuacán fue fundada alrededor del año 200 a.C., y se mantuvo en su auge durante los siglos III y VII. La ciudad es reconocida por su planificación urbana, sus imponentes pirámides del Sol y la Luna, y la majestuosa Calzada de los Muertos, que conecta los principales monumentos. Sin embargo, el misterio envuelve la ciudad, ya que no se tiene certeza de qué grupo étnico la fundó ni las razones exactas de su declive.
Además de su relevancia arqueológica, Teotihuacán es un lugar de gran importancia espiritual. Se cree que fue una ciudad sagrada para los mexicas, quienes la consideraban el lugar donde los dioses se sacrificaron para dar origen al quinto sol, según su cosmovisión.
Para complementar la experiencia dentro de la zona arqueológica, los alrededores de Teotihuacán ofrecen una variedad de actividades que permiten sumergirse en su cultura y naturaleza.
Vuelo en globo aerostático: Una de las formas más populares y espectaculares de admirar la inmensidad de Teotihuacán es desde el aire. Los vuelos en globo permiten apreciar las pirámides desde una perspectiva única y sobrevolar el valle mientras el sol se levanta sobre el horizonte. Esta experiencia puede costar entre $2,500 y $3,500 MXN, dependiendo de la temporada y el operador.
Paseos en bicicleta o cuatrimoto: Para los amantes de la aventura, hay rutas que recorren los alrededores de la zona arqueológica en bicicleta o cuatrimoto, brindando una forma ecológica y emocionante de explorar el lugar. Los tours suelen incluir visitas a los talleres de obsidiana y museos locales.
Visitas a talleres de obsidiana y bebidas tradicionales: La obsidiana, una piedra volcánica utilizada por las culturas prehispánicas para fabricar herramientas y ornamentos, sigue siendo parte de la vida de los artesanos locales. Los visitantes pueden aprender sobre el proceso de tallado y fabricación de estas piezas. También se ofrecen degustaciones de pulque y otros destilados tradicionales, como el mezcal, que forman parte de la herencia gastronómica de la región.
Teotihuacán no sólo es un destino histórico, sino también un punto de conexión cultural que ofrece a los visitantes la oportunidad de comprender la grandeza de las civilizaciones mesoamericanas. Ya sea caminando por sus imponentes pirámides, probando una bebida ancestral o explorando los alrededores en bicicleta, el lugar ofrece una experiencia inmersiva que atrae tanto a los viajeros interesados en la historia como a aquellos que buscan actividades eco amigables y de aventura.