Por Onel Ortíz Fragoso
@onelortiz
Los políticos confían en la desmemoria social. Piensan que lo efímero sustituye a lo importante y que el olvido es la mejor estrategia para llegar o mantenerse en el poder. Después de los resultados electorales del 6 de junio, el propio presidente de la república abrió un debate sobre la clase media y su comportamiento electoral que atizó la hoguera de la polarización. Sin embargo es un debate que la clase política no están dispuestos a desarrollar y mucho menos a intentar entender. Lastima. Si el gobierno y la oposición se encierran en sus dogmas en poco tiempo lo lamentaran política y socialmente.
La clase media es un concepto relativamente nuevo, adquirió fuerza después de la Segunda Guerra Mundial, cuando en las democracias occidentales buscaban crear un Estado de bienestar que tomara distancia del socialismo y el comunismo. Las naciones europeas, americanas y algunas asiáticas que aspiran a un régimen democrático otorgan un papel importante a los sectores medios de la sociedad. En algunos países como Francia, Alemania y España tienen un peso definitivo en los resultados electorales, sin embargo su importancia está en el ámbito de la legitimidad y del mercado. Legitimidad porque ahí es donde la consciencia de ciudadanía, de derechos, libertades y principios adquiere su densidad social, no electoral. Económica, porque las clases medias son los mayores consumidores de bienes y servicios.
En México todos están en contra de las clases medias. Hablo de las autoridades y de la delincuencia. Son los sectores que más pagan impuestos y menos apoyos reciben por parte del gobierno nacional y de los gobiernos estatales. Simplemente véase los porcentajes de ISR, las tarifas e impuestos por abrir y mantener un negocio, por realizar un viaje, por comprar una casa, por adquirir un automóvil. Por otra parte, la delincuencia organizada y la común tienen como víctimas principales a los sectores clasemedieros: robos a casa habitación, asaltos, robo de vehículos y secuestros. También son los sectores objeto de actos de corrupción por parte de servidores públicos.
Esta situación se agravó en la pandemia. Se pondrá peor y estallará en la cara de los políticos y políticas de múltiples formas. Nos se olvide: el peor resentimiento nace cuando se tuvo algo y se le arrebató. El perfil de un gobierno se define por sus prioridades. Estoy de acuerdo en apoyar a los sectores más pobres, necesitados y olvidados de la población, pero el gobierno debe atender a los diversos sectores sociales en sus necesidades y aspiraciones o por lo menos no tenerlos con la bota en el cuello. Urgen políticas de apoyo a los sectores de la clase media, aún es tiempo. Eso pienso yo. ¿Usted que opina?