Columnas
La campaña de Xóchitl Gálvez es denigrante para la especie humana y el cierre de su precampaña debió echar mano de mentiras de todo su equipo, de todo su partido, de toda la alianza. Los medios convencionales, que también anuncian su muerte definitiva con estos vacíos de información, siguieron el boletín del PAN sin decir que se trataba de información pagada.
Así, se proliferó la idea de que asistieron más de 20 mil personas a la Arena Ciudad de México, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, cuando en realidad no llegaron a seis mil. Aseguraron que fueron, “con lágrimas en los ojos al ver a la próxima presidenta de México”, cuando en realidad quienes le pedían foto la señora X eran perredistas.
Pero más allá de las mentiras alrededor de un cierre de campaña de pena, fue el hecho de que las muchas imitaciones de la candidata de la alianza opositora se mostrar con tal desvergüenza que lastimaban la dignidad humana. Si la candidata no se quiere a sí misma, debería respetar la inteligencia de la gente y tener dignidad ante su propia familia que estuvo presente en ese acto del domingo 14 de enero.
La incapacidad mental de esa señora le obligó a contar son seis pantallas donde en frases breves –tomando en cuenta su estulticia--, para que leyera un discurso que definitivamente anda tiene que ver con su forma de pensar. Se trató de una imposición de ideas y palabras que, si se cumplen o no en el futuro, es algo que ella después del acto desairado olvidó.
La falta de oficio político, de sensibilidad, de vocación de servicio. Nunca habló de las necesidades reales la población. Su atención está obsesivamente fija en las acciones de la competencia electoral, cuya percepción también es distorsionada y poco o nada tiene que ver con la realidad, motivo por el cual cada día pierde más credibilidad y simpatías.
Sin amor propio y anteponiendo la consigna a su orgullo personal, la mujer X, dio todo lo que tiene en el acto de cierre de precampaña, que, fue muy poco, porque no tiene más. El evidente fracaso de su campaña, las enormes limitaciones como ser humano al colocar frente a propios y extraños como una persona que carece de la capacidad e tener un cargo público, cualquiera sea su nivel; sin embargo, los medios no dieron cuenta de sus descalabros, los cuales podrán darse cuenta de que no son leídos ante la derrota de esa mujer.
La candidata X con corta inteligencia y larga cola que el pisen, no se respetó a sí misma en un acto donde debió quedar bien, por lo menos con su conciencia y su familia. Lo sucedido en ese cierre de precampaña ofende y se ofende a sí misma.