China (y el mundo), entran a terreno desconocido tras desmantelar política anticovid

*Luego de 3 años, el virus podría seguir causando efectos nocivos en las economías

Si usted piensa que el virus del covid y todo lo relacionado con él ha terminado, las noticias no son del todo buenas.

En muchas partes del mundo se ha controlado, en algunas más que en otras, hoy existen varias vacunas, han bajado sustancialmente las tasas de mortalidad, hay más información. Todo lo anterior y más sin duda son buenas noticias.

Pero, en China las cosas no marchan del todo bien, no es necesario recordar que en ese país se originó la pandemia, ni tampoco su relevancia en la economía global, lo que suceda en esa nación es asunto central para el planeta.

En los hechos, China ha entrado a un terreno desconocido, puede salir exitoso sin lugar a dudas, ojalá así sea porque la otra opción se traduciría en más dolores de cabeza para el mundo, luego de tres años de que el virus irrumpió y cambió la historia del mundo.

Ese terreno hasta ahora desconocido se refiere al incremento, incluso explosivo de los contagios, con calles vacías así como farmacias y hospitales saturados.

En Pekín, la capital, luego de que fueran derogadas las restricciones, se ha registrado un aumento vertiginoso de las infecciones.

Lo que sucede es que muchas personas, quizás millones, todavía se quedan en las casas temerosos de que puedan contagiarse, en una especie de autocuarentena que no ha facilitado la convivencia social ni mucho menos el retorno a la normalidad.

Y quizás no es para menos, si algunas de las más pesimistas proyecciones se cumplen podríamos decir que la tragedia en China, esa que han vivido muchas naciones a partir de 2020 cuando el virus se expandió por todo el mundo, está por llegar.

Aunque la mayor parte de la población china está vacunada, millones de ancianos no han recibido una dosis de refuerzo de las vacunas nacionales. Los estudios demuestran que las vacunas chinas son eficaces para prevenir la hospitalización y la muerte, pero requieren al menos tres dosis para ser plenamente efectivas.

De este modo, sin las vacunas necesarias y con la relajación de la política de COVID Cero, el número de muertos sería de 684 por millón, es decir, unas 957,600 personas, cifra similar a la estimada por el sector privado y reportada por el Financial Times, de un millón de muertes durante la ola invernal de infección.

“Aunque el aumento de la carga de morbilidad que supondría la reapertura en diciembre de 2022-enero de 2023 probablemente sobrecargaría muchos sistemas sanitarios locales de todo el país, el efecto combinado de la vacunación, el tratamiento antivírico y las medidas sociales y de salud pública podrían reducir sustancialmente la morbilidad y mortalidad por Covid-19 en el tránsito de China de la dinámica cero a la normalidad”, señala el informe periodístico. “La planificación de esta reapertura coordinada en todo el país debe ser una prioridad urgente”, añade.

En este contexto, China afirma que alrededor del 30% de las personas de 60 años o más aún no han recibido las tres vacunas.

Parte de esta reticencia se debe a las directivas originales del gobierno, que desaconsejaban la vacunación a los mayores de 59 años, pero también existen dudas de larga data sobre la seguridad de las vacunas chinas.

Por su parte, el régimen chino dejó de anunciar los casos asintomáticos a principios de esta semana, alegando que era imposible hacer un recuento exacto. Tampoco se recogerán los resultados de las pruebas caseras.

Si consideramos que la cifra oficial de muertos en China sigue siendo baja, con sólo 5,235 fallecidos, frente a los 1.1 millones de Estados Unidos, lamentablemente tenemos que decir que la tragedia se acerca.

El mismo gobierno chino ha defendido que ha salvado millones de vidas mediante el ‘cero covid’, es decir el aislamiento de todos los contagiados y sus contactos cercanos, estrictos controles fronterizos, confinamientos parciales o totales en los lugares donde se detectan casos y pruebas PCR constantes a la población urbana.

Pero, sin esa política, ¿qué puede suceder las próximas semanas? Lo sabremos pronto, es probable que todavía haya mucho más que escribir sobre las consecuencias de esta terrible pandemia, más allá de esperar que llegue su fin definitivo.