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En los últimos días, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha intensificado sus protestas en México, exigiendo la abrogación de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de 2007. Esta legislación, aprobada durante el gobierno de Felipe Calderón, transformó el sistema de pensiones de los trabajadores del Estado, sustituyendo el esquema solidario por cuentas individuales administradas por las Afores. Para la CNTE, esta reforma ha precarizado las condiciones de jubilación de los docentes y otros trabajadores del sector público, afectando no solo a los maestros, sino a toda la sociedad.
La reforma de 2007 introdujo un sistema de pensiones basado en cuentas individuales, lo que significa que cada trabajador debe ahorrar para su retiro en una Afore, en lugar de recibir una pensión financiada por el Estado. Antes de esta reforma, los servidores públicos se jubilaban bajo un esquema solidario, en el que las pensiones eran cubiertas por las contribuciones de los trabajadores activos. La CNTE argumenta que este cambio ha generado incertidumbre y desigualdad, ya que las pensiones dependen del ahorro individual y no garantizan una jubilación digna.
Además, los maestros han señalado que la reforma ha elevado la edad de jubilación y ha reducido los montos de las pensiones, afectando su calidad de vida después de décadas de servicio. La CNTE exige regresar al sistema solidario, donde las pensiones sean calculadas en salarios mínimos y no en Unidades de Medida y Actualización (UMA), un mecanismo que ha reducido el poder adquisitivo de los jubilados.
Desde el 15 de mayo, Día del Maestro, la CNTE ha llevado a cabo una serie de movilizaciones en la Ciudad de México y otras entidades del país. Estas acciones buscan presionar al gobierno de Claudia Sheinbaum para que reinstale la mesa de diálogo y atienda sus demandas centrales.
El gobierno ha respondido con un aumento salarial del 9% retroactivo a enero y un 1% adicional desde septiembre, además de una semana más de vacaciones. Sin embargo, la CNTE considera que estas medidas son insuficientes y que la verdadera solución es la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007.
Si la CNTE logra su objetivo, el regreso al sistema solidario de pensiones podría beneficiar a millones de trabajadores del Estado, no solo a los maestros. Un sistema de pensiones financiado por el Estado garantizaría jubilaciones más estables y dignas, evitando que los trabajadores dependan de la volatilidad del mercado financiero y las Afores.
Además, la eliminación de la Ley del ISSSTE de 2007 podría sentar un precedente para una reforma más amplia del sistema de pensiones en México, beneficiando también a los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La CNTE ha señalado que su lucha no es solo por los maestros, sino por todos los trabajadores que merecen una jubilación justa.
La lucha de la CNTE contra la Ley del ISSSTE de 2007 es un reflejo de la crisis del sistema de pensiones en México. Mientras el gobierno busca soluciones parciales, los maestros exigen un cambio estructural que garantice una jubilación digna para todos los trabajadores del Estado. La abrogación de esta ley no solo beneficiaría a los docentes, sino que podría abrir la puerta a una reforma más justa y equitativa para toda la población. Por ello hay que preguntarnos: ¿Te atreves a marchar con la CNTE por una verdadera justicia social?