“El principal objetivo de la educación es criar a personas capaces de hacer cosas nuevas y no solo repetir lo que otras generaciones hicieron” – Jean Piaget
Esta cita me resuena siempre que pienso en la Consulta para Niños, Niñas y Adolescentes, y es que este ejercicio no solo representa un espacio cívico y de fomento de valores democráticos, sino de expresión y aprendizaje en el que las infancias y adolescencias de la capital del país se involucran en los asuntos públicos y nos hacen conscientes a las autoridades, y a las personas adultas, que sí se dan cuenta de las cosas, que quieren que se les escuche y quieren que se haga algo para mejorar las condiciones del entorno en el que viven.
La Consulta ha significado para el IECM un ejercicio que combate el adultocentrismo que coloca a las personas adultas como únicas con poder de decisión y acción. Las expresiones vertidas en el ejercicio nos demuestran que las infancias y juventudes no solo tienen las capacidades, sino que pueden y deben exigir el poder para participar activamente en los asuntos públicos toda vez que su ciudadanía está reconocida en nuestra constitución local.
Las infancias y adolescencias capitalinas pudieron participar en la Consulta a través de dos modalidades: electrónica, vía remota desde sus propios dispositivos o en los equipos habilitados en las 33 direcciones distritales del IECM; y presencial en las 858 Mesas Receptoras de Opinión. Electrónicamente tuvimos 111 mil 399 expresiones, e impresas por 32 mil 364 personas.
La niñez y las juventudes capitalinas pudieron elegir 3 opciones de propuestas para mejorar sus comunidades y marcarlas del 1 al 3, según la importancia que tuvieran para cada participante. Las temáticas giraban en torno a juegos infantiles, alumbrado, áreas verdes y parques, más policías y más patrullas, educación ambiental, actividades artísticas y culturales, servicio de limpia y botes de basura, canchas deportivas y cámaras de vigilancia.
Quiero reconocer a las 143 mil 763 niñas, niños, niñes y adolescentes que se animaron a alzar la voz y opinar sobre los bienes y servicios que se requieren para mejorar las colonias, barrios o pueblos originarios donde viven. Importa que se hagan conscientes de que con ejercicios como éste las autoridades queremos escucharles y saber qué necesitan para garantizar el desarrollo pleno de sus proyectos de vida.
Es importante hacer un llamado para que vean a la Consulta Infantil y Juvenil que organiza el IECM como una posibilidad de aprender e innovar, de hacer visibles las cosas que se pueden mejorar y, como un espacio para que las personas adultas recordemos que las transformaciones reales no vienen solo de cambiar ciertas condiciones o aspectos, sino de aprender de los errores del pasado.