El peso mexicano abrió la jornada con una apreciación de 0.33% frente al dólar, equivalente a 6.3 centavos, para cotizar en 18.86 unidades por divisa estadounidense. Durante la sesión, el tipo de cambio registró un máximo de 18.9694 pesos y un mínimo de 18.8473. Este comportamiento coincide con un debilitamiento del dólar a nivel global, el cual cayó 0.43% según su índice ponderado.
Para el transcurso del día, los analistas prevén que el tipo de cambio oscile dentro de un rango de entre 18.76 y 18.96 pesos por dólar, reflejando la volatilidad del mercado cambiario en un entorno de incertidumbre económica internacional.
Cabe destacar que el índice del dólar marcó este jueves su nivel más bajo desde el 1 de abril de 2022, acumulando ya cuatro sesiones consecutivas a la baja, con una pérdida total de 1.36%.
La debilidad de la moneda estadounidense responde en gran parte a versiones periodísticas que señalan que Donald Trump podría anunciar en los próximos meses —entre septiembre y octubre— a quien reemplazaría a Jerome Powell al frente de la Reserva Federal, aún cuando su mandato concluye hasta mayo de 2026. Se especula que entre los posibles candidatos figuren perfiles con posturas más inclinadas hacia la reducción de tasas de interés.
Esta posibilidad ha generado expectativas en los mercados financieros, al punto que la probabilidad de un recorte de tasas en septiembre pasó del 79.2% al 90.0% en tan solo un día, aumentando la presión sobre la política monetaria estadounidense.
El dólar también se ha visto afectado por datos económicos negativos. La revisión del PIB de Estados Unidos para el primer trimestre reveló una contracción anualizada de 0.50%, cifra inferior al estimado preliminar de -0.24% y mucho menor a la expectativa del mercado de -0.19%.
Los ajustes se explican por una caída generalizada en los componentes del crecimiento. El consumo apenas creció 0.46% anualizado, muy por debajo del 1.18% estimado inicialmente, mientras que la inversión fija bruta se revisó ligeramente a la baja. También las exportaciones mostraron un crecimiento menor, al pasar de 2.39% a solo 0.41%.
El gasto público fue el único componente que se revisó al alza, aunque se mantuvo en terreno negativo: pasó de -0.71% a -0.57% anualizado. Las importaciones también se ajustaron a la baja, lo que alivió ligeramente el impacto negativo de las exportaciones netas sobre el PIB. Con estos datos, se estima que la economía estadounidense crecerá apenas 1.2% en 2025.
En otro indicador relevante, la balanza comercial preliminar de bienes para mayo mostró un déficit de 96,587 millones de dólares, superior en 11.06% al mes previo y por encima del pronóstico de 86,810 millones. Esta alza en el déficit se explica principalmente por una caída del 5.2% en las exportaciones, la más fuerte desde abril de 2020.
Dentro de las exportaciones, las de suministros industriales bajaron 13.6%. En contraste, las importaciones cayeron solo 0.04%, destacando un aumento de 11.7% en las importaciones de vehículos automotores. A pesar del repunte en el déficit de mayo, el saldo sigue siendo menor al de marzo, por lo que se anticipa que las exportaciones netas tendrán una contribución positiva al PIB del segundo trimestre de EE.UU.
Imagen: Especial