Columnas
*La empresa terminará el sexenio como la petrolera más endeudada del planeta, exactamente igual que como lo empezó
Este reportero en sus andares periodísticos también tuvo el gusto de cubrir, analizar e inmiscuirse en el sector energético.
Por allá del año 2014 ya se escuchaba con fuerza la forma de operar de un tal Emilio Lozoya, entonces director general de Pemex; nunca se sabrá si de verdad fue él, o su gente, el caso es que los rumores constantes eran que para verlo cualquier empresario debía pagar el acceso.
Esos rumores desde luego que no fueron los primeros para un directivo de Pemex, ni los únicos, ni solamente relacionados con la máxima autoridad de la empresa, en realidad Pemex ha tenido y tiene una larga historia de acciones no muy claras en relación al negocio y dinero que maneja la empresa.
Pemex ha sido saqueada una y otra vez, y con ella desde luego la riqueza de este país; es una constante, al parecer no se detendrá tan fácilmente.
Lo que tampoco se detendrá será el mal manejo, aunque no esté ligado a la corrupción, o al menos no en apariencia.
Hace 5 años prometieron sacar adelante a Pemex, dejarla en mucho mejores condiciones que como la habían recibido, nada más y nada menos que la petrolera más endeudada del planeta; sin duda la anterior administración debió dar muchas explicaciones sobre la situación en la que entregó a la empresa más importante del país, pero nadie le pidió esas explicaciones entre quienes recibieron “el paquete” y que estaban obligados; desde luego los que se fueron poco o nada les importaba explicar algo.
Lamentablemente, a 11 meses de que termine la actual administración, ya podemos anticipar que estamos frente a un fracaso monumental. Al cierre de este sexenio Pemex seguirá siendo la petrolera más endeudada del planeta, a menos que suceda algo verdaderamente relevante, o un milagro. Cualquiera de las dos cosas, serán fortuitas, porque hoy Pemex es un fracaso, una vez más.
Pemex reportó el viernes pasado una pérdida neta de 79,134 millones de pesos, equivalente a 4 mil 541 millones de dólares, en el tercer trimestre; la empresa resultó golpeada por una baja en sus ventas totales, además del incremento en gastos y pérdidas cambiarias.
El resultado neto fue mayor a la pérdida de 52,003 millones de pesos registrada en el mismo periodo de 2022.
Los ingresos totales de Petróleos Mexicanos, la mayor empresa de México, disminuyeron 27 por ciento a 461 mil 809 millones de pesos.
Por si de algo le sirve amable lector, debe saber que la deuda financiera de la empresa bajó en el tercer trimestre del año a 105 mil 800 millones de dólares, frente a los 110 mil 500 millones de dólares al trimestre anterior.
La mala noticia es que la reducción del endeudamiento no se pagó con la operación de la empresa, mucho menos con la operación eficiente y rentable porque esa no existe; la disminución del endeudamiento provino de la inyección de recursos públicos, es decir fue pagado con los impuestos de todos los mexicanos.
Debido a la apreciación del dólar, menores ventas y otros gastos, Petróleos Mexicanos (Pemex) registró pérdidas por 79 mil 134 millones de pesos en el tercer trimestre.
El director de la petrolera, Octavio Romero Oropeza, dijo a los medios que la perspectiva para Pemex es favorable, por lo que continuará el trabajo para asegurar que las condiciones alcanzadas se mantengan y se potencialicen en mejoras sostenibles, materializando así la recuperación de la industria petrolera de México.
¿Qué quiso decir?, solamente él lo supo; Pemex es un fracaso desde hace muchos años y en esta administración tampoco le encontraron la cuadratura al círculo, sencillamente no hubo forma de sacar adelante a la empresa, su mayor logro será incrementar la producción, dizque en aras de la “soberanía energética”, otro concepto que tiene más ideología que sustancia.
Pemex es demasiado grande para quebrar, lo supieron otros gobiernos y este se enfrentó también con la misma realidad. El punto es ¿qué vamos a hacer con la empresa? La respuesta no aparece por ninguna parte,
Lo peor es que podemos anticiparle amable lector lo que dirán las dos más importantes y una de ellas casi segura presidenta de este país a partir del 1 de octubre de 2024, en relación a Pemex y su receta para sacarla adelante.
La candidata oficialista halagará lo hecho por esta administración, poco faltará para decir que casi llevaron a Pemex al paraíso corporativo, la volvieron eficiente, rentable y bla, bla, bla. Cuando se le pida su propuesta, repetirá lo mismo de los últimos 5 años, se volverá a deshacer en halagos y simplemente dirá que con ellos a Pemex y a los mexicanos nos espera la gloria.
La candidata opositora, criticará ferozmente lo hecho por esta administración, olvidándose del fracaso y saqueo llevado a cabo en otros tiempos por otros colores partidarios; prometerá la gloria en una eventual administración bajo su mando, dirá que Pemex será sacada del hoyo, que se recompondrá el rumbo, que tienen la receta perfecta porque lo hecho en este sexenio fue un rotundo fracaso, Pemex ahora sí bajo su mando será la empresa más eficiente y rentable del planeta, por y para el bien de México.
Como usted verá amable lector, nada nuevo bajo el sol. Mientras, Pemex se cae a pedazos y usted y yo, seguimos aportando para que no colapse, lo más triste es que al parecer lo mismo tendrán que hacer nuestros hijos, nietos, y quizás bisnietos y……….