La gran mayoría son reclutados bajo la promesa de que tendrán dinero, poder y con ello, todo lo que han soñado tener, y hay algunos que lo hacen bajo amenazas y violencia física y/o psicológica.
Muchos de ellos inician como “halcones” (individuos que se encargan de vigilar y alertar sobre la presencia de autoridades o enemigos), y con el paso del tiempo ya que probaron “lealtad” y eficiencia pueden realizar labores de tráfico de estupefacientes o incluso convertirse en sicarios y ejecutar uno que otro asesinato.
Así describen diversos estudios que recogen testimonios de niños, niñas y adolescentes, el cómo son reclutados, cómo se integran y que funciones desempeñan dentro de un grupo delincuencial.
Lo anterior, ha colocado en México, según un estudio publicado en la revista Science, a los carteles del narcotráfico como el quinto empleador más grande del país, y aunque Ana Elizabeth García Vilchis, encargada de la sección "¿Quién es quién en las mentiras de la semana?", la semana pasada calificó el estudio de "suposición falsa" y "exageración de cifras de reclutamiento de los cárteles", este problema problema ha estado presente de manera persistente y cada vez más grave en nuestro país.
De hecho, esto que la revista Science dio a conocer, ya había sido analizado por Rafael Prieto-Curiel, Gian Maria Campedelli y Alejandro Hope, quienes en el documento “Reducir el reclutamiento de los carteles es la única manera de bajar la violencia en México”, el cual destaca que “para el año 2022, los cárteles contaban con 160,000-185,000 miembros, convirtiéndose en uno de los principales empleadores del país…” y plantea que “reducir el reclutamiento podría reducir considerablemente la violencia y disminuir el tamaño del cártel”, siendo esta la única estrategia que funcionaría a largo plazo para reducir los niveles de violencia en México.
En este caso, los investigadores y autores de este documento, no solo se quedan en la parte de la investigación y análisis del problema, van mucho más allá haciendo una propuesta basada en un modelo matemático para pronosticar la violencia en el país durante los próximos cinco años, la cual tuvo como fundamento principal dos escenearios basados en: una estrategia proactiva (prevenir el reclutamiento) y una estrategia reactiva (aumentar las detenciones).
Concluyendo que los arrestos de criminales no ayudan a reducir la violencia en el país. Entre más detenciones se realicen, más nuevos reclutas ingresan a las filas del crimen organizado, es decir, ellos no se detendrán porque siempre habrá alguien que “querrá” o “necesitará” ingresar a estos grupos delincuenciales, bajo los argumentos ya mencionados.
Ya desde 2015, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, hizo un llamado al Estado mexicano que tenía que hacer un diagnóstico del reclutamiento de niños, niñas y adolescentes llevado a cabo por la delincuencia organizada, combatir sus causas estructurales, entre las que se encuentran la violencia armada en los territorios dominados por grupos delincuenciales, el tráfico de estupefacientes, la desigualdad de género y la marginación, e investigar los casos de desapariciones y muertes violentas.
Han pasado ya 8 años, desde ese llamado y no ha habido una respuesta ni acción contundente para evitar este grave problema social, si consideramos que la mayoría de las niñas,niños y adolescentes reclutados tienen entre 12 y 15 años, estamos dejando a su suerte a lo que en discursos políticos y de manera muy bonita siempre dicen “el futuro de México”.