Columnas
En 2002, mediante la Observación General No. 15: El derecho al agua, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales estableció que " El agua es un recurso natural limitado y un bien público fundamental para la vida y la salud. El derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la realización de otros derechos humanos”. Asimismo, define que este derecho se cumple cuando los seres humanos disponemos de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para el uso personal y doméstico.
En 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando lo establecido en el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
En consecuencia, en los mismos términos, a través de una reforma constitucional al párrafo sexto del artículo 4o., publicada el 8 febrero de 2012 en el Diario Oficial de la Federación, se elevó́ a rango constitucional el derecho humano al agua y saneamiento, enfatizando que el “…Estado garantizará este derecho…”
Sin embargo, en el tema del agua como en muchos otros temas, lo establecido en los Convenios, leyes y la misma constitución son letra muerta, ya que en nuestro país no ha habido un momento en nuestra historia en la que se haya registrado que este derecho se haya cumplido en todo el territorio nacional.
Esto sumado a que, en los últimos años, se ha estado viviendo uno de los periodos de sequía más graves, pone a grandes sectores de la sociedad en un punto de vulnerabilidad que no solamente pone en riesgo el ejercicio de este derecho, sino la propia vida de quienes no tienen acceso al agua o que tienen acceso, pero está no tiene las características para ser considerada saludable y aceptable.
Este problema, ya de por si grave, es tema de mayor preocupación cuando nos enfocamos en las escuelas, ya que en lugar de ser un lugar que propicie el sano desarrollo de las y los estudiantes, se vuelven espacios en donde se detonan hay enfermedades de todo tipo, especialmente las gastrointestinales y diarreas, además de que provoca la inasistencia del alumnado.
Ejemplo de esto, existen muchos, como las tres escuelas de educación básica, en el municipio de Amanalco, Estado de México, que, en el mes de enero de este año, permanecieron sin estudiantes 15 días porque las familias decidieron no llevar a sus hijas e hijos a clases ante la falta de este servicio en el plantel.
Si el que no haya agua es un problema grave, lo es también el que haya agua y esta no tenga las características para ser utilizada o bebida, como lo informa la plataforma “CALIDAD DEL AGUA EN LAS ESCUELAS”(https://aguaenescuelas.mx/#pagina2), que nos permite ver los datos relacionados con la calidad del agua que llega las escuelas de todo el país, permitiendo bajar un dictamen oficial en pdf, que puede llevar la comunidad educativa con las autoridades para demandar una solución y garanticen el cumplimiento de los Derechos Humanos al Agua y Saneamiento, a la Salud y a la Educación.
Si bien, esta plataforma todavía no cuenta con registros al cien por ciento, tiene un espacio en donde te da la información para contactar y registrar la escuela que quieres se revise y registre, para que en primer lugar todas las escuelas cuenten con agua potable y en segundo lugar cumplan con la Norma Oficial Mexicana 127 (NOM-127-SSA1), y así entre todas y todos, como bien lo dice con tres palabras en sus dos espacios activos: CONSULTA, INFÓRMATE Y ACTÚA.
ROSALIA ZEFERINO SALGADO
ASESORA EN COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA
E IMAGEN PÚBLICA