La temporada de ventas de fin de año, especialmente con las promociones del Buen Fin, enfrenta un incremento preocupante en el robo de mercancías por parte de bandas organizadas conocidas como farderos. Según cifras recientes, estos robos han crecido hasta un 11.5% en comparación con el año pasado y se han vuelto cada vez más violentos, involucrando incluso a menores de edad para evitar consecuencias legales severas.
Raúl Sapién, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), señaló que las tiendas departamentales y comercios minoristas se vuelven más vulnerables debido al alto flujo de clientes en estas fechas. “Antes se trataba de individuos aislados; ahora enfrentamos grupos organizados que emplean estrategias de distracción para sustraer mercancías”, explicó. Los productos más robados incluyen prendas de vestir, electrónicos, cosméticos y artículos de higiene personal, que posteriormente son vendidos en mercados informales como tianguis o plataformas en línea.
Los estados con mayor incidencia de este delito son Aguascalientes, Chihuahua, Jalisco y Veracruz. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que el robo hormiga representa el tercer delito más común en el sector comercial, causando pérdidas económicas significativas, estimadas en 50 millones de pesos anuales. Por negocio, el promedio asciende a 17,700 pesos.
Por su parte, Fabián Camacho Arredondo, presidente de la Cámara de Comercio en Querétaro, destacó que estos incidentes suelen aumentar entre un 15% y 20% durante las temporadas de promociones como el Buen Fin. “Se ha reforzado la coordinación con autoridades y el uso de tecnologías avanzadas como el reconocimiento facial, para identificar a los responsables, quienes incluso operan en varias localidades el mismo día”, detalló.
Las autoridades y organismos de seguridad privada llaman a los comercios a mejorar sus sistemas de vigilancia y aumentar el personal durante estas fechas para reducir los riesgos asociados a estas prácticas ilegales.