LÍNEA 13.

Columnas miércoles 05 de marzo de 2025 -

Martha Ávila pretendió chamaquear a la oposición y desató su ira

El Congreso de la Ciudad de México volvió a ser el escenario de la confrontación entre los diputados locales del oficialismo y los de la oposición, principalmente del PAN. Resulta que los diputados del partido guinda quisieron aprobar modificaciones a la Ley Orgánica y al Reglamento del Congreso que para su aprobación requerían de la votación a favor de las dos terceras partes de los 66 diputados. Sin embargo, los morenistas alcanzaron 41 votos y la presidenta de la Mesa Directiva, Martha Ávila, quiso madrugarlos diciendo que se aprobaba, por lo que los panistas tomaron la tribuna y los gritos inundaron el recinto legislativo. Al final los propios diputados oficiales terminaron reconociendo que Ávila Ventura abusó de sus facultades.

El SUTGCM echa la casa por la ventana

El Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCM) echó la casa por la ventana y para conmemorar el Día Internacional de la Mujer contrató los servicios de la cantante Gloria Trevi para que ofreciera un concierto a las mujeres trabajadoras del gobierno capitalino en la Arena Ciudad de México, además de que se realizaron diversos eventos. Pero quien se llevó las palmas fue la jefa de Gobierno, Clara Brugada, que se presentó al evento, al refrendar su compromiso de garantizar la igualdad salarial entre hombres y mujeres, por lo que anunció que trabajaran en conseguir una mejora salarial.

Toros ponen embisten la división de poderes

Fuerte revés representó para el Congreso Legislativo la resolución del Poder Judicial sobre las corridas de toros y las peleas de gallos en la Ciudad de México, en la que ahora advierten que es intromisión podría repetirse en un futuro y sentar un mal precedente en lo que se refiere a la división de poderes, por lo menos así lo leyeron en Movimiento Ciudadano. Sin embargo, los legisladores no deben dejar de lado que el tema de las corridas de toros está más relacionado con los intereses económicos que políticos y, mucho menos, pretender normar esta actividad. Hoy los legisladores se quedaron con un palmo de narices y tendrán que agauntar.